Nueva York. Nadie esperaba una diplomacia de guantes de seda con Donald Trump, pero el rifirrafe con Colombia de este fin de semana confirmó que prefiere las amenazas, como la supresión de visados y los aranceles, una de sus estrategias favoritas.
Colombia acostumbra recibir a los migrantes deportados por Estados Unidos, pero el presidente Gustavo Petro rechazó rotundamente que estos viajen en aviones militares, algo que también incomoda a otros países como Brasil. Exigen “dignidad”.
LEA MÁS: México recibió a más de 4.000 migrantes deportados en primera semana de Trump
La reacción del presidente estadounidense, que apenas lleva una semana en el cargo, a la negativa de Petro fue drástica: si Colombia no coopera, impondrá aranceles del 25 % sobre todos los productos colombianos que ingresan a Estados Unidos y los aumentará al 50 % en una semana.
Además, aseguró que revocará, de forma inmediata, las visas de los funcionarios del gobierno colombiano.
Ambos mandatarios protagonizaron una guerra verbal que terminó en un acuerdo previo.
“Campaña pública”
“El presidente Trump busca más una campaña pública mediante el uso de aviones militares en los que, en realidad, caben menos personas que en los de ICE”, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, o “los comerciales”, explicó Ariel Ruiz Soto, analista político del Migration Policy Institute (MPI) con sede en Washington.
Se trata de “mostrar que está siendo más agresivo, más fuerte, y que está utilizando a los militares para tratar de enviar lo que él llama criminales de vuelta a los países de origen”, subrayó.
El jefe del Pentágono, Pete Hegseth, se estrenó este lunes en el cargo advirtiendo que el Departamento de Defensa continuará respaldando “las deportaciones masivas”.
“Las órdenes legales del presidente de Estados Unidos se cumplirán (...) rápidamente y sin excusas”, señaló.
Trump prometió la mayor campaña de expulsiones de migrantes en situación irregular en la historia del país, tras calificarlos de “salvajes”, “criminales” y asegurar que “envenenan la sangre de Estados Unidos”.
Además, está dispuesto a utilizar como arma los aranceles, incluso contra sus vecinos México y Canadá, dos países con los que tiene un acuerdo de libre comercio, el T-MEC.
“Estos aranceles no son compatibles ni con el T-MEC ni con las normas de la OMC”, la Organización Mundial del Comercio, declaró el profesor de derecho de la Universidad de Columbia Petros Mavroidis.
“Nadie puede aumentarlos unilateralmente a menos que tenga una excelente razón para hacerlo”, añadió.
Trump estima tener razones suficientes. Según él, Canadá y México no están haciendo lo suficiente para impedir la entrada de migrantes y de fentanilo, un opioide letal, en Estados Unidos.
Si el mandatario republicano “cree que México está exportando ilegalmente fentanilo a Estados Unidos debe aportar pruebas” para justificar los aranceles, insistió Mavroidis.
Arturo Sarukhan, consultor y exembajador de México en Washington, deduce que Trump “trata de presionar para que se renegocie el tratado ahora en lugar de esperar hasta 2026″, la fecha prevista.
Impacto de las visas
Durante el fin de semana, el presidente estadounidense empleó una segunda arma: las visas.
Para Ruiz Soto, los aranceles son “una gran amenaza”, pero “el impacto más inmediato e invisible de este desmoronamiento diplomático (...) es, en realidad, las visas”.
El Departamento de Estado, con Marco Rubio al frente, puede revocarlas de manera “rápida y ágil”, explicó, y podría “aprovecharse de ellas en negociaciones” con países como Panamá, al que Washington ha amenazado con “recuperar” el control de su canal interoceánico.
La diplomacia de las amenazas podría ser contraproducente para uno de los principales objetivos de Estados Unidos: contrarrestar la influencia de China en general y en América Latina en particular, donde ya es ineludible.
“Amplía la apertura hacia China” de los países latinoamericanos, pero “es un proceso que probablemente continuará durante años” y “es probable que la Unión Europea también pueda tener una presencia mayor y más fuerte en América Latina si así lo decidiera”, explicó Ruiz Soto.
Esto podría suceder si optan por una estrategia de diversificación que reduzca los riesgos.