Alabama. El expresidente Donald Trump expresó el pasado viernes 23 de febrero su oposición a la criticada sentencia del Tribunal Supremo de Alabama, que considera a los embriones congelados como “niños” y amenaza la fecundación in vitro (FIV) en este estado del sur de Estados Unidos.
“Como la inmensa mayoría de los estadounidenses, incluida la gran mayoría de los republicanos (...), apoyo firmemente la disponibilidad de la FIV para las parejas que intentan tener un precioso bebé”, escribió en su plataforma Truth Social.
“Bajo mi liderazgo, el Partido Republicano siempre apoyará la creación de familias estadounidenses fuertes, prósperas y sanas”, añadió Trump, favorito para ganar la nominación republicana de cara a las elecciones presidenciales de noviembre.
Su adversario demócrata, el presidente Joe Biden, también criticó la sentencia, que llevó a las clínicas de FIV del estado a interrumpir sus operaciones.
“El desprecio por la capacidad de las mujeres para tomar estas decisiones por sí mismas y por sus familias es indignante e inaceptable”, afirmó Biden en un comunicado.
La sentencia del alto tribunal de Alabama tiene su origen en una demanda presentada contra una clínica de fertilidad en virtud de la Ley de Muerte Injusta de un Menor de 1872 del estado.
La demanda fue interpuesta por tres parejas cuyos embriones congelados fueron destruidos por un paciente que “se las arregló para entrar” en una sala de criogenización donde estaban almacenados y dejó caer accidentalmente varios de ellos al suelo.
Un tribunal inferior dictaminó que los embriones no podían definirse como “persona” o “niño” y desestimó la demanda por homicidio culposo.
No obstante, el Tribunal Supremo de Alabama, en una sentencia dictada el pasado viernes 23 de febrero, no estuvo de acuerdo y afirmó que “la Ley de Muerte Injusta de un Menor se aplica a todos los niños no nacidos, sin limitación”.
Este debate subraya la importancia del tema del aborto y la reproducción en la campaña, casi dos años después de que la Corte Suprema de Estados Unidos anulara el derecho constitucional al aborto, consagrado en el caso Roe contra Wade.
Alabama es uno de las dos docenas de estados que prohibieron o restringieron el acceso a este procedimiento.