Ecuador terminó este domingo una tensa jornada electoral para designar presidente y congresistas en medio de un gran despliegue de militares por el reciente asesinato de un candidato presidencial y la violencia de bandas narco.
Los aspirantes votaron protegidos por inéditos esquemas de seguridad, chalecos y cascos antibalas, debido al estado de excepción que rige desde el magnicidio del presidenciable Fernando Villavicencio, el 9 de agosto.
El preconteo de sufragios avanza a cuentagotas. Con el 31% de revisión de papeletas, la ventaja es de Luisa González (33%), de 45 años, delfín del exmandatario socialista Rafael Correa (2007-2017) y única candidata mujer. Le sigue el derechista Daniel Noboa (24%), de 35 años, hijo menor de un magnate que en cinco ocasiones buscó el poder en Ecuador.
La autoridad electoral tiene hasta el 23 de septiembre para dar los resultados definitivos, pero todo indica que ninguno tendrá suficiente margen para evitar un balotaje el 15 de octubre.
El otrora pacífico país sudamericano se ha convertido en los últimos años en un centro de operaciones de carteles de droga extranjeros y locales que imponen un régimen de terror con matanzas, secuestros y extorsiones.
"Estamos con el corazón roto por tanta delincuencia", dijo a la AFP Magdalena Mejía en el pueblo costero de Canuto (suroeste).
A la violencia se suma una crisis institucional que tiene al país sin Congreso desde hace tres meses, cuando el impopular presidente Guillermo Lasso (derecha) decidió disolverlo y llamar a elecciones anticipadas para esquivar la destitución en un juicio político por corrupción.
Al cierre de los comicios la autoridad electoral registró una participación del 82% de los 13,4 millones de ecuatorianos que debían ejercer el voto obligatorio, en un país de 18,3 millones de habitantes. En el extranjero se registraron "dificultades" para sufragar por vía electrónica, según autoridades.
Los presidenciables
El rostro del fallecido Villavicencio, un experiodista de centro, estaba en las papeletas de votación junto a otros siete candidatos, pues ya estaban impresas cuando fue tiroteado por un sicario colombiano.
Lo reemplaza en la candidatura el periodista Christian Zurita, su mejor amigo y compañero en investigaciones que desnudaron grandes escándalos de corrupción. Uno de ellos derivó en la condena a ocho años de cárcel de Correa.
Amenazado de muerte la víspera, Zurita, de 53 años, votó rodeado de un impresionante despliegue de escoltas armados con fusiles.
"Son momentos difíciles y oscuros para el país", lamentó el candidato, que va tercero (16%) en el conteo preliminar.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le otorgó medidas cautelares por el "riesgo de daño irreparable a sus derechos".
Antes del asesinato, un sondeo mostraba detrás de González a Villavicencio y luego al exfrancotirador y exparacaidista Jan Topic (derecha), que ahora marcha cuarto con el 15%.
En el quinto lugar está el exvicepresidente Otto Sonnenholzner (derecha) con el 7% y le sigue el líder indígena de izquierda Yaku Pérez con 4%.
Noboa, la sorpresa
Ecuador bajó el telón de una campaña corta empañada por la violencia política en la que también fueron asesinados un alcalde, un candidato a diputado y un dirigente local del correísmo.
El magnicidio barajó las cartas de la contienda electoral, en la que Noboa aterrizó de sorpresa este domingo aupado por un sector de la derecha.
Es hijo de uno de los hombres más ricos de Ecuador, quien afirma que fue un niño con "ímpetu", un adolescente "responsable" y ahora se ha tornado un joven "exitoso".
Según expertos, su candidatura subió como espuma tras el único debate presidencial, al que se presentó con un chaleco antibalas alegando amenazas de muerte.
Bandas vinculadas a carteles mexicanos y colombianos se enfrentan por el negocio de la droga y usan como centro de operaciones las cárceles, donde han ocurrido cruentas masacres que dejan 430 reclusos muertos desde 2021.
El año pasado Ecuador alcanzó un récord de 26 homicidios por cada 100.000 habitantes, casi el doble de 2021.
La pobreza alcanza al 27% de la población en una economía dolarizada, y un cuarto de los ecuatorianos tienen trabajo informal o están desempleados.
Un histórico referendo para frenar la explotación de crudo en una parte del parque nacional amazónico Yasuní también fue votado este domingo, en momentos en que el mundo busca reducir los combustibles fósiles y mitigar el calentamiento global.
“¿Qué planeta vamos a dejar a nuestras generaciones futuras?”, se preguntó en Quito el funcionario Luis Veloso, de 52 años, quien se opone al petróleo que representa el 10% del PIB de Ecuador.