Quito. Al menos cinco incendios forestales se registraron de manera simultánea este martes en Quito. La ciudad volvió a cubrirse con humo y ceniza, como ocurrió hace tres semanas. Las autoridades informaron que la situación se da en medio de una “crisis hídrica” causada por la peor sequía que enfrenta Ecuador en 61 años.
“Tenemos al menos cinco puntos de incendio y cinco equipos (de bomberos) combatiéndolos”, informó el alcalde Pabel Muñoz.
Agregó que “la situación en este momento es crítica” y que “no terminará en las próximas horas, seguramente continuará durante la noche”. Tres helicópteros militares y de bomberos están listos para operar en cuanto las condiciones lo permitan y así apagar el fuego.
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Grandes nubes de humo se levantaron desde la periferia oriental de la capital, donde se concentraban algunos focos de incendio, constataron periodistas de esta agencia.
Pobladores reportaron la caída de ceniza en zonas del norte de la ciudad y en el centro histórico, el cual forma parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad. En esta zona se encuentran las sedes del gobierno nacional y del municipio.
Hace tres semanas, cuatro incendios forestales también cubrieron de humo y ceniza a varios sectores de la capital y sus alrededores, sin que afectaran las operaciones del aeropuerto.
Parte de un bosque de la turística loma de El Panecillo, en el centro colonial, quedó envuelto en llamas hace dos semanas, lo que causó alarma entre los pobladores.
Ecuador enfrenta su peor sequía en seis décadas. Esta situación provocó incendios forestales, afectado el suministro de agua potable, causado problemas en la producción agrícola y generado racionamientos de electricidad de hasta 12 horas diarias. Los embalses de las centrales hídricas, que cubren un 70 % de la demanda nacional, están en riesgo.
El municipio indicó que, debido a las llamas en la zona de Guápulo, fue cerrada parte de la avenida Simón Bolívar, una estratégica vía que conecta el norte y sur de la capital por el lado oriental.
Los incendios generaron caos vehicular, agravado por los apagones que dejaron semáforos sin funcionar.
La prolongada sequía que afecta a Ecuador desde inicios del año causó 3.302 incendios forestales, que consumieron 37.808 hectáreas de vegetación. Además, 14 personas resultaron heridas, 797 fueron damnificadas y 44.742 animales de granja murieron, según el reporte del martes de la secretaría de Riesgos.
De las 24 provincias, 20 se encuentran en alerta roja por la “crisis hídrica”, que ha afectado a unas 40.000 hectáreas de cultivos.