En cada uno de sus discursos, el senador John Edwards reclama el derecho que tiene el hijo de un obrero de enfrentar al hijo de un expresidente de Estados Unidos.
Y pese a su escasa carrera política, Edwards parece tener grandes posibilidades de ganar la nominación del Partido Demócrata para disputarle al presidente George W. Bush las elecciones de Estados Unidos.
La consulta del lunes en Iowa proyectó a este senador de Carolina del Norte como uno de los favoritos para la contienda del partido de oposición, en contra de todos los pronósticos.
Según el senador, su segundo lugar en Iowa fue un premio a su mensaje político positivo.
De hecho, Edwards entró por primera vez a la política en 1998, cuando ganó su única campaña electoral, al Senado.
En las primarias reveló una habilidad natural para la política. El asesor político James Carville comentó que Edwards tiene un talento político innato que supera incluso al expresidente Bill Clinton, con quien trabajó en la campaña de 1992.
La alternativa
El mensaje de Edwards se ha centrado en la responsabilidad que le incumbe de dar a los votantes una alternativa a Bush, y de levantar la voz por los obreros del país.
Edwards, abogado de profesión, defiende el derecho al aborto, pero también simpatiza con la pena de muerte.
Votó en favor de la guerra en Iraq, pero se opuso a la resolución del Congreso que otorgó $87.000 millones para programas en Iraq y Afganistán.