Managua. AFP. Estados Unidos intensificó una ofensiva diplomática y publicitaria en Nicaragua para tratar de unificar a los partidos de derecha y centroizquierda y evitar un eventual triunfo en las elecciones presidenciales del sandinista Daniel Ortega, favorito para ganar los comicios del 5 de noviembre.
Las últimas presiones llegaron de la mano del congresista republicano Dan Burton durante su visita a Managua, donde el pasado fin de semana advirtió de las consecuencias que enfrentará el país si Ortega, quien gobernó durante la revolución sandinista (1979-90) enfrentado a Washington, regresa al poder.
Burton dejó claro que para los republicanos del gobierno y el Congreso estadounidenses, Ortega sigue siendo un peligro para sus intereses, debido a los vínculos que mantiene con países que están en la mira de Washington, como Cuba, Venezuela y Bolivia.
Aunque Ortega diga que “desea un cambio, sus acciones siguen siendo las mismas, porque van encaminadas hacia un régimen de izquierda”, apuntó el legislador.
A su juicio, si los nicaragüenses votan por Ortega ponen en riesgo “la excelente” relación que tienen con Estados Unidos, y les recordó las confiscaciones, el exilio y la guerra que vivieron durante la revolución sandinista.
“Es una injerencia intolerable (...) Vino a atizar el fuego y a amenazar a los nicaragüenses”, repudió el candidato a la vicepresidencia del Frente Sandinista, el derechista Jaime Morales.
Enojo. Es un “gusano corrupto”, refutó por su lado Daniel Ortega Reyes, dirigente de un movimiento evangélico aliado al FSLN.
El congresista norteamericano también hizo una amplia exposición del progreso económico y democrático que vive Nicaragua desde que los sandinistas se fueron del poder y lo mucho que su país “ama al pueblo de Nicaragua”.
La campaña es apoyada con publicaciones oficialistas internas que destacan el crecimiento económico del país desde que entró en vigencia el tratado de libre comercio con Estados Unidos, las inversiones extranjeras y asistencia recibida en los 16 años de “democracia”.
La empresa privada y grupos locales llamaron al Partido Liberal Constitucionalista, a la Alianza Liberal Nicaragüense y al Movimiento de Renovación Sandinista a unirse para enfrentar a Ortega.
Los candidatos presidenciales de los tres partidos rechazaron la propuesta porque ninguno de los tres quiere declinar su candidatura a favor del otro. De todas formas, el plazo para formar e inscribir alianzas ya venció.
Burton pidió a los candidatos que reflexionen las consecuencias de participar divididos en los comicios contra Ortega.