Washington.- Estados Unidos anunció que expulsará al embajador de Sudáfrica en Washington, declaró el viernes el secretario de Estado, Marco Rubio, acusándolo “de odiar al país y al presidente” estadounidense, Donald Trump.
“No tenemos nada que discutir con él, por lo que se le considera persona non grata”, publicó Rubio en su cuenta de la red X, acerca del embajador Ebrahim Rasool, al que calificó de “político racista”.
Esta expulsión es el episodio más reciente en medio de la creciente tensión entre Washington y Pretoria.
En febrero, Trump congeló la ayuda estadounidense a Sudáfrica, en reclamo por una ley de ese país que, según él, permite confiscar tierras a agricultores blancos.
Uno de los aliados más cercanos de Trump es el multimillonario sudafricano Elon Musk, quien ha acusado al gobierno del presidente sudafricano Cyril Ramaphosa de tener “leyes de propiedad abiertamente racistas”.
La propiedad de la tierra es un tema polémico en Sudáfrica, pues la mayoría de las tierras agrícolas siguen en manos de personas blancas tres décadas después del fin del apartheid, por lo que el gobierno está bajo presión para hacer reformas.
Durante un evento del G20 en Sudáfrica, el mes pasado, Ramaphosa comentó que tuvo una conversación telefónica “maravillosa” con Trump, poco después de que el líder estadounidense asumiera el cargo, en enero.
Sin embargo, luego las relaciones “parecieron descarrilarse un poco”, añadió.
La propiedad de la tierra es un tema de debate en Sudáfrica desde el fin del apartheid en 1994. La mayor parte de los terrenos agrícolas sigue en manos de la minoría blanca, lo que generó presión sobre el gobierno para implementar reformas que garanticen una distribución equitativa.
La medida de Trump también responde a otros desacuerdos con Sudáfrica, como su relación con Irán y su acusación de genocidio contra Israel por la guerra en Gaza. Este país califica la postura de Washington como “inexacta y desinformada”, enfatizando la necesidad de un diálogo diplomático.
La tensión entre ambas naciones podría tener repercusiones en las relaciones comerciales y diplomáticas a futuro. El presidente sudafricano enfatizó que su país continuará con sus políticas internas sin presiones externas: “No permitiremos que nos dicten cómo gestionar nuestra propia historia y nuestro futuro”.
Por su parte, Trump insistió en su postura: “Estados Unidos no apoyará a un gobierno que promueva la discriminación racial a través de medidas políticas injustas”. Mientras tanto, la comunidad internacional observa de cerca el desarrollo de esta disputa, que podría influir en las relaciones internacionales de ambos países en los próximos meses.