Aung San Suu Kyi, líder de Birmania, y otras figuras del partido gobernante del país quedaron detenidas este domingo por la tarde (lunes por la mañana en esa nación), denunció un vocero de la Liga Nacional para la Democracia.
Los arrestos sobrevinieron luego de días de tensiones entre el gobierno civil elegido en las urnas y el poderoso ejército local.
Un vocero de la Liga, Myo Nyunt, informó a la agencia de noticias Reuters que Suu Kyi, el presidente Win Myint y otros líderes fueron llevados a primera hora del día.
“Quiero pedir a nuestra gente que no responda de forma precipitada y quiero que actúen conforme a la ley”, afirmó, agregando que también esperaba ser detenido mientras había reportes de cortes totales de Internet en dos centros urbanos importantes de esa nación.
En el 2011, los poderosos militares cedieron a un gobierno civil las riendas del país luego de casi 50 años al frente. La Constitución resultante de ese proceso prevé que civiles y generales compartan el poder.
Sin embargo, ese ejército liderado por el general Min Aung Hlaing, retuvo importantes cuotas de poder y la detención de los líderes políticos civiles parece reflejar el doble juego que ha mantenido estos años.
Este viernes, más de una decena de embajadas, entre ellas la de Estados Unidos y la misión de la Unión Europea (UE), urgieron a Birmania a “adherirse a las normas democráticas” en un contexto de inquietud internacional cuando ya se temía un posible golpe de Estado.
Desde hace semanas, el poderoso ejército denuncia reiteradamente supuestas irregularidades en las elecciones generales de noviembre cuando la Liga Nacional para la Democracia de Aung San Suu Kyi se impuso.
Las elecciones de noviembre fueron las segundas elecciones democráticas en en el país desde el fin del régimen de la junta en 2011.
Los militares reclamaron verificar las listas electorales; una petición reiterada el martes pasado por el vocero del ejército, quien no excluyó que estos retomen el timón del país para hacer frente a “una crisis política”, según ellos.
Los temores aumentaron el miércoles cuando el propio general Min Aung Hlaing declaró que la Constitución del país podía “revocarse” en determinadas circunstancias.
Las embajadas de Estados Unidos, del Reino Unido y otros 15 países, así como la misión de la UE, publicaron el viernes una declaración que llama al ejército a “adherirse a las normas democráticas”.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, también expresó su “gran preocupación” frente a los recientes acontecimientos en Birmania, declaró su portavoz Stéphane Dujarric en un comunicado.
“Exhorta a todos los actores a abstenerse de cualquier forma de incitación o de provocación, a demostrar responsabilidad, a adherirse a las normas democráticas y a respetar el resultado” de los comicios, agregó.
Las elecciones de noviembre fueron las segundas elecciones democráticas en Birmania desde el fin del régimen de la junta en 2011. La comisión electoral dijo el jueves que las elecciones fueron justas, libres y creíbles.