San Salvador
Con misas, peregrinaciones y actos culturales, los salvadoreños recordaron los 26 años del asesinato de seis sacerdotes jesuitas y sus dos colaboradoras, perpetrado por un comando del ejército en 1989.
Todos saben que fueron los militares los que mataron a los sacerdotes y las dos mujeres que trabajaban para ellos, pero los jesuitas insisten que los que dieron la orden, los que fraguaron el asesinato y los que trataron de encubrirlo, sean llevados al banquillo de los acusados para que se conozca la verdad y luego perdonarlos.
"Lo que está pendiente es el reconocimiento de la verdad, que el ejército un día reconozca que fue un crimen institucional y pida perdón como lo han hecho en Chile, como lo han hecho en Argentina y en otras parte del mundo y deberían de hacerlo aquí también" , dijo a periodistas el jesuita José María Tojeira."Esa es la mayor deuda, (pero) yo no aspiro que nadie vaya a la cárcel en el caso jesuitas, pero el reconocimiento de la verdad es muy importante", agregó.
Los militares también asesinaron a sus dos colaboradoras: Elba y su hija Celina Ramos.