San Salvador y Tegucigalpa. AFP. Una ola de violencia criminal tiene consternadas a autoridades y sociedad civil de El Salvador y Honduras, donde se discuten formas nuevas de hacerle frente a la delincuencia.
En el Salvador, empresarios de la ciudad de San Miguel amenazaron con decretar un paro si el gobierno no toma acciones para frenar la delincuencia, mientras que Honduras estudia la posibilidad de recurrir a las fuerzas armadas para enfrentar la criminalidad.
“El sector comercial de San Miguel, y entre ellos me incluyo, le hemos dado un plazo de un mes al gobierno y a la policía para que detengan las extorsiones, que vean qué hacen, pero que ya paren esto; de lo contrario, hemos dicho, nos vamos a un paro empresarial”, advirtió el alcalde de San Miguel, Wilfredo Salgado.
“Vamos a ver qué dice el gobierno cuando vea que por un día no recibe el pago de IVA (Impuesto al Valor Agregado) porque no hay comercio en San Miguel, estoy seguro que les va a preocupar”, insistió el alcalde de San Miguel, la tercera ciudad del país.
Recientemente la filial en San Miguel de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador hizo un llamado a las autoridades para que frenaran las extorsiones que cometen en la ciudad tanto delincuentes comunes y miembros de pandillas.
En El Salvador se cometen una decena de homicidios diarios, 70% de los cuales se atribuye a las pandillas, conocidas como “maras”.
Ejército. En Honduras, el ejército podría salir a las calles a apoyar a la policía ante la creciente ola de secuestros, asesinatos y asaltos, que han provocado preocupación.
“Creemos que es la hora de apretar las tuercas para controlar la delincuencia; estamos proponiendo, en primera instancia, en concordancia con el Presidente, la creación del Consejo Nacional de Seguridad y, mientras se forma, sacar el Ejército a las calles”, dijo el diputado oficialista Javier Hall, quien presentó en el Congreso una moción en ese sentido.
La policía hondureña cuenta con 9.000 hombres y se estima que necesita por lo menos 16.000, mientras el ejército dispone de unos 10.000 efectivos.
Hall es pariente del empresario Walter Hall, muerto el sábado supuestamente por “mareros”.
Según el Informe Mundial sobre Violencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tasa mundial anual de muertes por homicidios es de 8,8 por cada 100.000 personas, y solo en el primer trimestre del 2006, esa tasa fue en Honduras superior a 10,9 por cada 100.000 habitantes.
Según un observatorio sobre la violencia, se han presentado 710 muertes por homicidio en Honduras entre enero y marzo.