-¿Qué implica para el sandinismo su expulsión de sus filas?
El Frente Sandinista está secuestrado por Daniel Ortega. Él se dio cuenta que si iba a primarias las tenía perdidas, porque la militancia sandinista considera que Daniel no debe ir más a la candidatura. Yo tomé la decisión de lanzarme y eso ocasionó la expulsión. Entonces, una gran estructura (sandinista) se ha pasado conmigo y ahora hay dos tendencias, la danielista y la hertista .
¿Qué significa en términos prácticos la expulsión?
Es que esta militancia activa dice que no la reconoce, porque fue en un congreso amañado. Quieren que sigamos la lucha dentro del Frente Sandinista, pero si Daniel Ortega se aferra de aquí a diciembre en no aceptar unas primarias, tendremos que decidir si buscamos un partido nuevo.
¿Qué le propone al pueblo de Nicaragua diferente del Gobierno de Daniel Ortega?
La posición nuestra es que si no hay una democratización total del partido, no podemos seguir dentro del Frente Sandinista. Daniel está enmarcado en la década de los 80, no ha cambiado en ningún momento, él es antinorteamericano, anticapitalista, antitodo. No podemos aceptar eso en el líder de un partido tan grande.
¿Cómo sería un gobierno sandinista bajo su mando?
Sería un Gobierno de no confrontación. El sandinismo debe buscar relaciones estables con EE. UU., una coordinación con el capital nicaragüense y un gobierno donde participen todos los sectores de los partidos políticos para formar un gabinete con miras a un proyecto a 20 años.
La situación del país que usted ha descrito es de ingobernabilidad, ¿teme que enfrentará la mismo si gana las elecciones?
Tenemos que hacer alianzas con todos los otros partidos en las próximas elecciones para ganar los 56 diputados que puedan reformar la Constitución. Si no hay una reforma constitucional en el próximo Gobierno, no estamos haciendo nada, todo seguiría en manos de Daniel Ortega y Arnoldo Alemán.
¿Cuál es la situación del país tras la lucha de poderes desatada por las reformas para restarle poder al Ejecutivo, y el fallo de la Corte Centroamericana de Justicia (CCJ) que las rechazó?
Ortega y Alemán acordaron en diciembre hacerle un golpe de Estado al presidente Bolaños, y si esa noche los presidentes latinoamericanos no llaman a Daniel Ortega para decirle que no reconocerían el golpe, se hubiera dado al día siguiente. Pero esa misma noche, el presidente (Enrique) Bolaños preparó un estado de emergencia para desconocer a la Asamblea Nacional. El fallo de la CCJ crea una situación más grave que esa de diciembre.
¿Por qué más grave?
Porque ahora el Presidente dice que desconoce lo actuado de enero para acá y la Asamblea dice que desconoce el fallo de la CCJ. Esto va a llevar en un plazo corto, dos o tres semanas, que el Presidente declare estado de emergencia ante las decisiones que está tomando la Asamblea Nacional de dar una amnistía a Alemán y elegir a los nuevos magistrados.
Entonces entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo hay una confrontación abierta.
¿Fue pactada la liberación de Alemán?
Ya está pactada la amnistía, el danielismo es el que se va a prestar para que se apruebe en la Asamblea Nacional, eso ya se ha filtrado.
¿Cómo cree que va a reaccionar el pueblo ante ello?
Es el hundimiento del danielismo y el arnoldismo , pero ellos pueden mantener el control de la Corte Suprema, donde está el poder real.
El gran trabajo de nosotros es que el pueblo vote por los diputados que nos permitan hacer una reforma profunda a la constitución para eliminar el arnoldismo y el danielismo .