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‘La frustración es con las instituciones’
Profesión: Abogado
Nacionalidad: Noruego
¿Cuál es el panorama que usted ve en la democracia latinoamericana ahora que asume este nuevo puesto?
Hay dos partes de la foto. Por un lado vemos elecciones vibrantes en un gran número de países del continente. Sin embargo, en el otro extremo se nota una gran frustración de la población con las instituciones democráticas que no logran traducir los avances del sistema en respuestas para las necesidades de desarrollo.
¿Por qué esa aparente consolidación del sistema en la región no va aparejada con ese desarrollo socioeconómico de todos los países?
Ese es el desafío principal de la democracia en América Latina y allí es donde toman la mayor importancia los partidos políticos que son los llamados a convertirse en el puente entre el sistema y las necesidades tangibles de la población.
¿Qué ha observado IDEA en ese importante número de elecciones al que hizo alusión?
Bueno, es pronto para emitir un criterio general y absoluto de lo que está pasando en Latinoamérica puesto que hay casos pendientes como Nicaragua y Ecuador o la segunda ronda en Brasil.
“En Europa la percepción que domina es que la balanza se está inclinando hacia la izquierda, aunque yo creo que todavía ese fenómeno no es tan claro”.
¿Cree que el proceso de consolidación democrática latinoamericana seguiría por buen camino de reaafirmarse esa tendencia?
Bueno, la elección de grupos de esa tendencia, o de cualquiera, es absolutamente parte de una democracia en la que los partidos de diferentes ideologías pueden alternarse el poder.
“Quiero aclarar, eso sí, que en todo caso no me gusta hablar de ‘democracia consolidada’ pues en realidad todavía hay mucha desconfianza en las instituciones políticas como los partidos, organismos electorales y otros. Esas son las que sí deben consolidarse y ello llevará a una evolución de la democracia”.
¿Esa evolución implica necesariamente el incremento en la cantidad de gente que participa en las elecciones ?
Definitivamente, y lamentablemente hay un patrón que muestra que en Latinoamérica esa cantidad de participantes va en decrecimiento y evitar que siga eso es uno de los grandes retos.
¿Cómo lograrlo?
El punto principal será llegarle al votante joven, al que por primera vez puede participar en unas elecciones. Esas personas deben ser el objetivo básico de las campañas para llamar al voto.
¿Va por buen camino Latinoamérica en su búsqueda de una verdadera democracia?
Bueno, hace cinco años le hubiera dicho que absolutamente sí. Pero hoy, por la frustración de la gente con las instituciones no lo puedo decir tajantemente.
¿Hay algún país en Latinoamérica en el que IDEA sienta que la democracia va en retroceso en vez de ir avanzando?
Prefiero no hacer señalamientos tan puntuales.
