Wilmington, EE. UU. AP y EFE. La debilitada tormenta tropical Ernesto dejó ayer al menos dos muertos en Carolina del Norte y Virginia, así como la inundación de carreteras, evacuaciones y falta de electricidad en viviendas y negocios.
Entre tanto, el huracán John perdió algo de fuerza antes de arremeter contra las zonas turísticas de Baja California Sur, en el Pacífico mexicano.
Ernesto , degradado ayer a depresión tropical por el Centro Nacional de Huracanes (CNH), azotó hoy una amplia franja del este de EEUU con vientos huracanados y lluvias torrenciales que han dejado sin electricidad a más de 300.000 usuarios.
El sistema fue señalado como la causa de cuando menos un fallecimiento en Carolina del Norte y otro en Virginia, luego de tocar tierra antes de la medianoche, siguiendo las tormentas eléctricas que han inundado el estado.
La tormenta mantuvo ayer su curso al norte y se emitieron alertas de inundaciones sorpresivas para amplias zonas de Pensilvania, Nueva Jersey y el centro del estado de Nueva York, dijo el Servicio Meteorológico Nacional.
En las isletas de la costa, olas e inundaciones cerraron parte del camino principal y una sección de carretera de unos 19 kilómetros en dirección a territorio continental, quedó cerrada a consecuencia de las inundaciones, manifestó el Departamento de Transporte. Anegaciones y árboles caídos afectaron el tránsito en Virginia.
John. Entre tanto, el potente huracán John se abalanzó sobre los centros vacacionales de Los Cabos, mientras los turistas buscaban abordar los últimos aviones o se refugiaban en salones de los hoteles y los habitantes de zonas marginales llenaban escuelas vacías.
El huracán perdió fuerza y fue reducido a categoría 2, con vientos máximos sostenidos de 180 kilómetros por hora.
Algunas bandas de lluvias fuertes y constantes inundaron calles y algunos canales secos, pero el ojo del huracán aún estaba a 95 kilómetros de distancia la tarde de ayer.
El CNH había informado que pasaría cerca o sobre Baja California, en el curso del día.
“El agua no estaba tan alta hace unos minutos”, dijo Dale Broomfield, enfermero australiano de 26 años, luego de preparar un puente improvisado con madera sobre una corriente de agua que apareció entre su hotel y un centro de convenciones convertido en refugio.
La lluvia causó que se llenaran ríos secos y las calles, pero había poco viento y las autoridades dijeron que no se ha informado de inmediato sobre daños.
“Estamos preocupados, pero no es tan malo”, dijo Mary Brevoort, turista de Detroit, Michigan, mientras se preparaba para ir al centro de convenciones.