El Vaticano anunció que el Cónclave para elegir al nuevo Papa comenzará el próximo 7 de mayo de 2025, tras el fallecimiento del papa Francisco el pasado 21 de abril.
Francisco I, el primer Papa argentino, murió a los 88 años después de permanecer varias semanas internado en Roma. Antes de su fallecimiento, logró despedirse públicamente de los fieles el domingo 20 de abril durante la celebración de Pascuas.
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Más de 250.000 personas acudieron al Vaticano para participar en el velorio y entierro del pontífice, en un evento que marcó la historia reciente de la Iglesia católica.
El Papa representa al líder supremo de la Iglesia católica y tiene un papel de gran relevancia espiritual y política. El cargo se ocupa hasta la muerte, salvo excepciones como la renuncia de Benedicto XVI.
Según la Real Academia Española, el Papa es el “sucesor de San Pedro en el gobierno universal de la Iglesia católica, de la cual es cabeza visible y padre espiritual de todos los fieles”.
Cómo se desarrollará el Cónclave
Con la muerte del Papa, el Colegio Cardenalicio asume temporalmente la administración del Vaticano y convoca al Cónclave, una reunión privada y en aislamiento total. En esta ocasión, el inicio del proceso será el 7 de mayo.
El primer paso consiste en una misa celebrada en la Basílica de San Pedro, oficiada por el decano del Colegio Cardenalicio. Posteriormente, en la Capilla Paolina, se entona el “Veni Creator” para invocar al Espíritu Santo.
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Después, los cardenales ingresarán a la Capilla Sixtina, donde las ventanas y accesos serán sellados, y se instalarán inhibidores de señal para asegurar el secreto absoluto.
Participantes y votaciones
Solamente participarán los cardenales menores de 80 años. De los 140 cardenales aptos, tres supervisarán la votación y otros tres actuarán como escribanos. Para la elección del nuevo pontífice, se requiere el apoyo de dos tercios de los electores, lo que equivale a 94 votos.
Durante el proceso, se realizarán dos votaciones diarias y una inicial en la tarde del primer día. La Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis establece que, si luego de 24 votaciones no se alcanza un acuerdo, los cardenales podrán modificar el procedimiento, siempre manteniendo la necesidad de una mayoría simple para la elección.
Aunque en teoría cualquier varón bautizado podría ser electo Papa, históricamente la elección recae en algún cardenal.
La señal esperada: la fumata
Una característica icónica del Cónclave es la “fumata”. Después de cada ronda de votación, se queman las papeletas en dos estufas especiales. El humo negro indica que aún no se ha elegido a un nuevo Papa; el humo blanco anuncia que ya se ha alcanzado un consenso.
Una vez elegido, el nuevo Papa deberá aceptar el cargo y escogerá un nombre pontifical. El anuncio oficial se realiza desde el balcón central de la Basílica de San Pedro con el tradicional “Habemus Papam”. Posteriormente, el nuevo sumo pontífice se presenta ante los fieles y ofrece una bendición especial.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.