Quito. Estados Unidos declaró al expresidente ecuatoriano Rafael Correa (2007-2017) y a su exvicepresidente Jorge Glas, ambos condenados por corrupción en su país, como personas no elegibles para ingresar a territorio estadounidense, informó el miércoles el embajador estadounidense en Quito, Art Brown.
Correa, asilado en Bélgica, y Glas, en prisión tras ser vicepresidente entre 2013 y 2017, “no son elegibles para ingresar a Estados Unidos debido a su implicación con actos significativos de corrupción durante su ejercicio como funcionarios públicos”, señaló el diplomático en un comunicado difundido por la cuenta oficial de la legación en la red X.
Agregó que la resolución “también aplica a sus familiares directos”, incluyendo esposas e hijos mayores de edad de ambos exfuncionarios.
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El exmandatario socialista y su aliado Glas están condenados a ocho años de cárcel por un caso de corrupción, lo cual también les inhabilita para postularse a elecciones populares en Ecuador.
Glas, quien permanece en una prisión de máxima seguridad en el puerto de Guayaquil, ahora enfrenta acusaciones por malversación de fondos y otra condena de seis años por corrupción.
Correa, crítico de Washington durante su administración, y Glas “abusaron de sus posiciones como presidente y vicepresidente del Ecuador al aceptar coimas, incluidas contribuciones políticas, a cambio de conceder contratos del Estado”, afirmó Brown.
Añadió que Washington sigue apoyando a Quito en su lucha contra la corrupción y el fortalecimiento de la transparencia en todos los niveles de la sociedad.
“Esta medida tomada por el Gobierno de Estados Unidos deja claro que nadie, sin importar su rango o cargo, está exento del cumplimiento de la ley”, expresó el embajador.
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Correa reaccionó a la decisión de Washington de prohibirle la entrada a territorio estadounidense.
“La maldad humana”, escribió en X, destacando que las autoridades de Estados Unidos “obvian que nadie en el mundo ha aceptado la sentencia por ‘influjo psíquico’ y que cinco países han otorgado asilo político a los involucrados en el Caso Sobornos”.
“¡Meten hasta a mi familia! No hay derecho”, añadió.
Correa consideró varias “hipótesis” sobre esta medida, señalándola como un “distractor” del Gobierno de Daniel Noboa, en su peor momento, o un “involucramiento” en la campaña electoral de Ecuador para los comicios de 2025.
“No nos quebrarán”, concluyó el exgobernante, condenado en ausencia.