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Bayona, Francia.
Luego de más de cuatro décadas de violencia, ETA entregó este sábado en Francia decenas de armas y cientos de kilos de explosivos que deberían suponer el "desarme total" del grupo separatista vasco, a quien el gobierno español exige su disolución.
Para el gobierno de Mariano Rajoy fue una "operación mediática para disimular su derrota". En un comunicado, el Ejecutivo asegura que la única solución para el grupo "es anunciar su disolución definitiva, pedir perdón a sus víctimas y desaparecer".
Horas antes, el gobierno francés había anunciado la recepción de una lista de ocho depósitos donde deberían encontrarse todas las armas y explosivos que le restan a ETA, que había prometido un "desarme total".
El primer ministro francés, Bernard Cazeneuve, anunció que la Policía halló cerca de 3,5 toneladas de armas, explosivos y material en los ocho depósitos.
"El Gobierno francés celebra esta operación, realizada con calma y sin violencia", declaró Cazeneuve en un comunicado. "Ésta es una etapa decisiva hacia el final del terrorismo independentista vasco", consideró.
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De confirmarse este desarme, supondría el cierre casi definitivo de un capítulo difícil de la historia de España, después de que el grupo renunciara en el 2011 a la lucha armada por la independencia del País Vasco y Navarra.
Pasado convulso
Atrás quedaron más de cuatro décadas de violencia y atentados del grupo Euskadi Ta Askatasuna (País Vasco y Libertad), nacido en 1959 en la lucha contra la dictadura de Francisco Franco, pero que prosiguió su actividad una vez llegada la democracia.
La organización atentó por primera vez en 1969. El historial de asesinatos, ataques con bomba, extorsiones y secuestros dejó un balance de 829 muertos atribuidos a la organización, el último de ellos se llevó a cabo en marzo del 2010.
"Es un gran paso, un día sin duda importante", manifestó el ministro francés de Interior, Matthias Felk, que lanzó una operación policial para localizar y analizar estos zulos.
Michel Tubiana, partícipe en el proceso de desarme, aseguró en Bayona que los depósitos contienen 120 armas de fuego, tres toneladas de explosivos y miles de municiones, cantidad que encaja con las estimaciones de las fuerzas antiterroristas.
Según fuentes cercanas al desarme, estos depósitos se encuentran en el departamento de los Pirineos Atlánticos del suroeste francés, fronterizo con España y refugio habitual del movimiento clandestino.
Fuentes judiciales en ambos países estiman que ETA "agoniza" y el movimiento clandestino solo tendría "unos 30 miembros" fuera de la cárcel, donde aún permanecen unos 360.
Desde el 2011, ETA se resistía al desarme incondicional y la disolución que le exigían Madrid y París y reclamaba para ello una negociación sobre el futuro de sus integrantes y de unos 360 miembros presos en cárceles lejos del País Vasco.
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Sin embargo, el jueves anunció en un comunicado que este sábado se produciría su "desarme total".
La Comisión Internacional de Verificación (CIV), una estructura no reconocida por Madrid y París pero sí por el ejecutivo regional vasco que supervisó el desarme, consideró que éste había sido completo y lo calificó de "paso histórico".
Clamor popular en Bayona para celebrar un 'día histórico'
Al grito de "independencia" y "los presos a casa", miles de personas se concentraron en un ambiente festivo este sábado en la ciudad francesa de Bayona donde ETA, a través de intermediarios, entregó una lista de sus depósitos de armas.
La plaza Paul-Bert se convirtió en un hervidero de gente de todas las edades que, de vez en cuando, coreaban canciones en vasco, mientras una gran pantalla retransmitía los debates que se celebraron durante el día.
"Presoak etxera" ("los presos a casa" en vasco) fue uno de los lemas que más se repetían. "El chantaje con la restitución de las armas ha terminado", declaró a la AFP Toni Rémy, un desempleado de 26 años. "Esperamos la solución de la situación de los prisioneros".
ETA reclama un acercamiento de los presos a las cárceles más próximas al País Vasco.
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Desde el mediodía empezaron a llegar los asistentes, que iban ocupando las callejuelas del barrio de Petit Bayonne, tradicional bastión de los nacionalistas vascos, algunos con carteles en los que se ensalzaba un "día histórico".
Una enorme pancarta colgaba de una de las fachadas de la plaza, donde los congregados portaban papeles con una mano blanca impresa sobre un fondo azul, logotipo de los "Artesanos de la paz" –representantes de la sociedad civil francesa–, uno de los intermediarios a través de los cuales la organización entregó el listado de zulos.
La organización independentista vasca, que en 2011 renunció a la lucha armada, da así por concluido su proceso de desarme tras más de 40 años de violencia que dejaron 829 muertos.
La Policía estima que unas 7.000 personas se reunieron este sábado; mientras que para los organizadores la cifra es de 20.000.
