La Habana. Las familias de cientos de presos políticos en Cuba viven entre la esperanza y la incertidumbre. La promesa del gobierno de liberarlos se desvanece tras la decisión de Donald Trump de volver a incluir a la isla en la lista de países patrocinadores del terrorismo.
“No podemos perder la esperanza porque no puedo pensar que mi hijo vaya a estar preso diez años siendo inocente”, dice a esta agencia Liset Fonseca, madre de Roberto Pérez Fonseca. Su hijo fue detenido por participar en las manifestaciones del 11 de julio de 2021 en San José de las Lajas, un pueblo a 30 kilómetros de La Habana.
Fonseca espera que el gobierno cubano cumpla su promesa de otorgar la “libertad a 553 personas sancionadas” por “delitos diversos”, anunciada el 14 de enero como parte de un acuerdo con el Vaticano.
La noticia se conoció al mismo tiempo que el expresidente de Estados Unidos Joe Biden (2021-2025) retiró a Cuba de esa lista negra.
Sin embargo, la alegría de estas familias duró menos de una semana. La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca significó el regreso de Cuba a la lista y, con ello, la interrupción de las liberaciones, según reportaron organizaciones de derechos humanos.
“Las excarcelaciones no se han reanudado”, afirmó a esta agencia Camila Rodríguez, directora de Justicia 11J, con sede en México.

‘Tengo fe’
La plataforma #Todos, que reúne información de varias ONG, contabilizó hasta ahora 192 personas liberadas, entre ellas los opositores Félix Navarro y José Daniel Ferrer.
Las autoridades no dieron a conocer un calendario ni la lista de beneficiarios de esta medida. Solo informaron que 127 personas fueron excarceladas en los primeros dos días.
Navarro, de 71 años, salió en libertad condicional el 18 de enero. Su hija Sayli, de 38 años, sigue detenida.
Ambos fueron arrestados el 12 de julio de 2021 cuando intentaban conocer el paradero de otros manifestantes en una estación policial. Recibieron condenas de nueve y ocho años, respectivamente.
Desde su casa en Matanzas, Navarro cuestiona que “el régimen no ha sido capaz de abordar la temática de qué pasó y qué va a hacer” con quienes siguen presos.
Si las liberaciones fueron pactadas con el papa Francisco y no con Biden o Trump, considera que los presos políticos deben salir de prisión.
Navarro recuerda que en 2010 y 2011 el gobierno cubano liberó a 75 presos de la “primavera negra”, pero retrasó la excarcelación de algunos como presión para que se exiliaran en España.
“Tengo fe de que van a liberar a Sayli”, dice vía telefónica. Poco antes, su hija lo llamó para informarle que no ha recibido noticias sobre su posible salida de prisión.

‘Lotería azarosa’
Félix y Sayli Navarro, Ferrer, Fonseca y el artista Luis Manuel Otero Alcántara fueron declarados “presos de conciencia” por Amnistía Internacional.
Otero Alcántara sigue preso en Guanajay, una cárcel de la provincia de Artemisa, vecina de La Habana.
Fue detenido el 11 de julio de 2021 cuando salía de su casa para unirse a las protestas. Cumple una sentencia de cinco años de prisión.
“La incertidumbre nunca termina y la esperanza tampoco. Las dos cosas van a estar conviviendo hasta que sea liberado”, afirma Yanelys Núñez, curadora de arte y amiga de Otero Alcántara.
Según cifras oficiales, unos 500 manifestantes del 11 de julio de 2021 recibieron condenas de hasta 25 años. Algunos fueron liberados tras cumplir sus penas.
Las ONG de derechos humanos y la embajada de Estados Unidos en la isla aseguran que hay más de 1.000 presos políticos en Cuba.
El gobierno cubano niega la existencia de presos políticos y acusa a sus opositores de ser “mercenarios” de Estados Unidos.
Las familias esperan con incertidumbre. “Tienen esperanza de que su ser querido sea uno de los que entre dentro de esta lotería azarosa”, concluye Núñez.