Beirut. AFP y DPA. El cruce de fuego cesó ayer en Líbano dejando vía libre a miles de desplazados para emprender el camino a sus hogares, pero la tregua se vio rápidamente fragilizada por el rechazo de Hezbolá a desarmarse de inmediato y la advertencia de Israel de que no bajará la guardia.
Después de un mes de guerra devastadora, los combates llegaron a su fin a las 8:00 (hora local), en virtud de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU para el cese de las hostilidades.
Israel advirtió que conserva su derecho a la autodefensa.
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, aseguró que su país "no aceptará el más mínimo ataque contra su soberanía" y perseguirá a Hezbolá "en cualquier lugar y en todo momento".
"Ya no existe el Estado dentro del Estado", indicó Olmert en referencia al partido chiita, que en los últimos seis años ha controlado el sur de Líbano.
Por su parte, el jefe de Hezbolá, Hasan Nasralá, reivindicó una "victoria estratégica e histórica para todo Líbano y la resistencia" a la vez que se opuso al desarme inmediato de la milicia.
"La cuestión del desarme no puede ser solventada de forma prematura y bajo la presión, la intimidación o la provocación; debe ser solucionada a través del diálogo entre libaneses", declaró en un discurso por televisión. Tras su declaración, decenas de vehículos salieron a las calles de Beirut llevando su imagen junto a la leyenda "Victoria Divina".
La resolución 1701 prevé que Hezbolá deponga las armas tras el despliegue del ejército libanés.
Regreso. El Ejército libanés advirtió a los refugiados sobre el peligro de regresar antes de la llegada de tropas internacionales. Miles, sin embargo, empezaron el retorno a sus hogares con las primeras horas del alto el fuego.
En Tiro, ciudad portuaria a 40 km más al sur de Beirut, devastada y aislada del resto del país desde hace una semana, los civiles salían de sus refugios, fatigados, y con el único fin de volver a casa.
En el este, largas filas de vehículos cruzaban la frontera entre Siria y Líbano y avanzaban por carreteras horadadas por los ataques.
Sin tropas aún. El cese de los combates es la primera etapa para la aplicación de la resolución de la ONU, que prevé la retirada de las fuerzas israelíes del sur de Líbano, donde se desplegarán 15.000 hombres del ejército nacional y otros 15.000 de la Fuerza Interina de la ONU en Líbano (Unifil), que ahora tiene 2.000 efectivos.
Pero la ONU no ha recibido todavía ninguna oferta de soldados para completar la Unifil, informó Stephane Dujarric, portavoz del secretario general, Kofi Annan. "Formalmente, hasta el momento nadie se comprometió a aportar tropas", agregó.
A pesar de eso, el comandante de Unifil se entrevistó con responsables libaneses e israelíes para preparar la retirada hebrea y el despliegue del ejército libanés.