Brasilia. AFP. El G-20, defensor de los intereses de países emergentes frente a Estados Unidos y Europa, intentará rescatar las negociaciones por la liberación del comercio mundial en una reunión de alto nivel convocada para el próximo fin de semana en Río de Janeiro.
El objetivo es buscar la reanudación de la Ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC), actualmente suspendida. Para ello fueron invitados no solo miembros del G-20, sino el resto de países en desarrollo interesados, además de importantes negociadores internacionales.
La reunión cobró interés con la esperada participación, el domingo, de la representante estadounidense de Comercio, Susan Schwab, del comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, y del ministro de Agricultura de Japón, Shoichi Nakagawa, informó una fuente del gobierno brasileño.
Esas participaciones, que se sumarían a la ya confirmada del director general de la OMC, Pascal Lamy, deben ser oficializadas durante la semana.
Los países en desarrollo, anunció el ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Celso Amorim, pretenden lanzar en Río de Janeiro dos mensajes: que una solución en esa negociación “es indispensable” para las naciones emergentes dependientes del acceso a los mercados ricos, y que el G-20 está unido, con miembros como Argentina, México, China, Sudáfrica e India.
Amorim no descarta que esa reunión pueda dar un impulso a las negociaciones de la OMC.
“La ronda (de Doha) no está muerta, está viva”, afirmó el Canciller. Y aventuró: “quién sabe si (en Río de Janeiro) contribuimos a desbloquear las negociaciones. Hay una posibilidad de diálogo muy importante”.
El éxito del G-20 en dar un nuevo impulso a las bloqueadas negociaciones de la OMC “dependerá de la creatividad que se logre” en la reunión de Río de Janeiro, y de los logros en su objetivo de “unificar posiciones”, declaró el profesor Davide Fleischer, de la Universidad de Brasilia.
Los países emergentes son los grandes perdedores con la suspensión por falta de acuerdo en julio de las negociaciones de la Ronda de Doha, iniciada en 2001 y que debía concluir este año.
Ello porque en el centro del debate de esa Ronda negociadora estaba el acceso de países agrícolas y emergentes a los mercados de Europa y Estados Unidos.
El G-20, creado en el 2003 y liderado por Brasil, entre otros, ha sido el principal grupo de presión de las naciones emergentes en la OMC frente a Estados Unidos y Europa. A ellos reclama que reduzca sus subsidios internos.