Río de Janeiro. Este lunes, las principales economías del mundo firmaron una declaración que aborda cambio climático, conflictos globales, hambre y superricos, pero con pocas definiciones concretas.
Los países miembros del G20 acordaron en Brasil una declaración final que incluye consensos básicos en temas clave como cambio climático, conflictos armados, lucha contra el hambre y fiscalidad de grandes fortunas.
El documento incluye la propuesta de una “Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza”, promovida por el presidente anfitrión, Luiz Inácio Lula da Silva, como eje central de la cumbre.
LEA MÁS: Guerras en Ucrania y Gaza dominaron inicio de cumbre del G20
Pocas definiciones climáticas
Se esperaba que el G20 impulsara acuerdos para destrabar las negociaciones climáticas de la COP29 en Bakú (Azerbaiyán), pero el documento final no definió si el financiamiento climático recaerá solo en los países desarrollados o incluirá a economías emergentes.
El texto omitió menciones al compromiso de abandonar gradualmente las energías fósiles, asumido en la COP28. Tampoco estableció nuevas metas concretas para los miembros del grupo.
Rusia ausente y Gaza en crisis
El documento abordó conflictos como la guerra en Ucrania y la crisis en Oriente Medio. Aunque mencionó la palabra “guerra”, evitó señalar a Rusia directamente y retomó la fórmula de la cumbre anterior: apoyo a “iniciativas relevantes y constructivas” para una “paz amplia, justa y duradera” en Ucrania.
Se condenaron ataques a infraestructuras, en aparente alusión al bombardeo masivo de instalaciones energéticas en Ucrania por parte de Rusia el domingo.
Sobre Gaza, el G20 expresó “profunda preocupación por la situación catastrófica en la Franja de Gaza y la escalada en Líbano”. Pidió eliminar las barreras para la ayuda humanitaria, pero no condenó a Israel ni mencionó a los rehenes israelíes capturados por Hamás el 7 de octubre de 2023, hecho que desencadenó el conflicto.
Superricos en la agenda
Brasil logró incluir un compromiso para cooperar en la fiscalización de individuos con patrimonio ultraalto, respetando la soberanía tributaria de cada país. Sin embargo, no hubo acuerdo sobre un impuesto global a las grandes fortunas, objetivo planteado por Lula.
El texto se limitó a proponer intercambios de buenas prácticas fiscales y mecanismos contra la evasión, sin medidas específicas.
Contra el hambre, incluso Milei
El principal logro de Brasil fue la adhesión de 82 países a la “Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza”. Argentina, liderada por Javier Milei, inicialmente se negó a participar, pero finalmente firmó la propuesta.
Milei manifestó su desacuerdo con varios puntos del documento relacionados con clima, género e impuestos, aunque respaldó la declaración final.