Arizona. Una sonda espacial de la NASA que explora a Júpiter y sus satélites podría ser destruida para evitar que contamine una luna conocida como Europa, donde los científicos sospechan que pueden existir formas simples de vida.
La sonda espacial Galileo, lanzada en 1989, ha viajado ya 4.350 millones de kilómetros para estudiar el planeta gigante.
Un miembro del control de la misión de Galileo dijo que la NASA pondera la posibilidad de hacer que la nave se estrelle contra la superficie de Júpiter o de una de sus lunas heladas en el 2002, para evitar que contamine el medio ambiente de Europa con microbios terrestres.
Nunca fue sometida a cuarentena ni limpiada antes de su salida de la tierra, aunque es difícil imaginar que contenga algún germen vivo después de la cantidad de radiaciones que ha recibido, indicó el miércoles el astrónomo Michael Belton.
No obstante, agregó, para estar seguros, los directores de la misión "quieren deshacerse de ella y asegurarse de que no caiga en Europa, donde podría hallarse alguna forma de vida extraterrestre".
Los científicos sospechan que Europa tiene un océano oculto bajo su capa de hielo que puede contener formas simples de vida.
Fin a Galileo
El coordinador del proyecto Galileo, Jim Erickson, confirmó que la agencia espacial está considerando lanzar la nave contra la superficie de Júpiter o alguna otra de sus lunas que no sea Europa.
Otra opción sería desviar la nave del planeta y sus lunas "de modo que nunca pueda caer en ninguno" de esos cuerpos celestes, dijo.
La sonda Galileo, construida a un costo de $1.500 millones, fue lanzada en 1989 desde el transbordador Atlantis y entró en órbita alrededor de Júpiter en diciembre de 1995.
Su misión inicial de dos años fue extendida a otros dos para explorar Europa.
Esta prórroga terminó en enero y ahora la nave se encuentra en una tercera misión llamada "del milenio", que debe durar hasta febrero del año entrante.