Asunción y Buenos Aires. El polémico exgeneral paraguayo Lino Oviedo, quien se encontraba asilado en Argentina desde marzo pasado, renunció ayer a su status de refugiado y se fugó misteriosamente del país.
En medio de versiones contradictorias sobre su paradero (algunas de las cuales insistían en que se hallaba en Asunción), las autoridades paraguayas emitieron ayer una nueva orden internacional de captura en su contra, por su supuesta autoría intelectual en el asesinato del vicepresidente Luis Argaña.
"Eludió toda la custodia", que perdió su rastro, admitió ayer el ministro del Interior argentino, Carlos Corach, quien aseguró que no le "consta" que haya regresado a Paraguay, como hicieron trascender gente del entorno del asilado.
La situación de Oviedo se había complicado en los últimos días por roces con las autoridades del gobierno saliente del presidente Carlos Ménem. Además, el nuevo mandatario, Fernando de la Rúa (quien hoy asume el cargo) había adelantado que cancelaría el asilo para el controvertido militar y lo enviaría a un tercer país.
Lluvia de rumores
Distintas versiones radiales especulaban ayer en Paraguay sobre la presencia de Oviedo en el país, tras las informaciones procedentes de Buenos Aires que reportaron que el controvertido exmilitar burló la guardia que se mantenía sobre su persona.
El ministro del Interior paraguayo, Walter Bower, afirmó que había un 99% de posibilidades de que el polémico militar hubiese ingresado a la nación.
Sin embargo, las versiones de prensa señalaban que este se encontraba en el Departamento de San Pedro, 400 km al norte de Asunción, y otra que su avión bajó en el Chaco paraguayo, a unos 500 km al noroeste.
"Todas las previsiones están tomadas; si este señor criminal ingresa a territorio paraguayo, será detenido de inmediato", dijo Juan Carlos Galaverna, titular del Congreso y presidente interino debido a la ausencia de González Macchi.
Según comentó a la agencia AFP un allegado de Oviedo partió ayer en la madrugada de Buenos Aires en avión para instalarse en "algún lugar cercano a San Pedro y Canindé, entre su gente".
"No fue ni a Brasil ni a Uruguay. Está en Paraguay y en los próximos días se va a hacer fotografiar y va a aparecer públicamente", añadió el informante, que pidió el anonimato. La fuente añadió que el ministro del Interior paraguayo "no sabe nada, ni siquiera tiene radares para saber si el general llegó en avión o no".
Oviedo tenía intenciones de entregarse a la justicia, pero optó en primera instancia por estar "protegido entre su pueblo" aseveró el allegado. Por ahora carecía de noticias si se entregaría más adelante.
Mientras tanto, el juez Jorge Bogarín remitió una nueva orden de detención a la Policía Internacional (Interpol) de Brasil y Uruguay, después de que Oviedo fuese declarado "fuera de control" por las autoridades de Argentina.
El exjefe de las fuerzas armadas paraguayas está procesado por Bogarín como presunto autor moral del asesinato, en marzo pasado, del entonces vicepresidente de la República, Luis María Argaña, y de la matanza de siete jóvenes manifestantes ocurrida unos días después.
Asimismo, la policía paraguaya fue puesta en alerta ante la supuesta llegada al país de Oviedo.
El incómodo
Lino César Oviedo, convertido en sinónimo de política, con su fuga de Argentina liberó a este país de una jaquepa, que comenzó al darle, hace un año, asilo al polémico general.
En agosto de 1996, el entonces presidente Juan Carlos Wasmosy, le acusó de intentar un golpe de Estado. La justicia ordinaria rehusó abrir un proceso en su contra, por lo que Wasmosy creó un tribunal militar especial que lo condenó a 10 años de prisión.
Oviedo ganó la candidatura del partido Colorado, pero fue inhibido a raíz de la condena. En lugar suyo, Oviedo cedió el puesto a su candidato a vicepresidente, Raúl Cubas, quien ganó las elecciones con Luis Argaña (enemigo de Oviedo) como segundo.
Cubas liberó al militar y estalló una crisis que terminó por hacerlo renunciar, y a Oviedo a exiliarse, tras el asesinato de Argaña hace un año.