Washington. EFE. EE. UU. señaló ayer el genocidio en la región sudanesa de Darfur como el peor de los abusos a los derechos humanos registrados el año pasado y acusó a todas las partes implicadas en el conflicto de violación de derechos fundamentales.
“El genocidio continuó arrasando la región de Darfur”, denunció el informe sobre la situación de los derechos humanos en el mundo en el 2006, publicado por el Departamento de Estado.
Todas las partes, añade el documento, cometieron “serios abusos, incluidos los asesinatos generalizados de civiles, la violación como una herramienta de guerra, la tortura sistemática, el robo y el reclutamiento de niños soldados”.
A finales del año pasado, siempre según el Departamento de Estado, el conflicto de Darfur había resultado en al menos 200.000 civiles muertos y dos millones de desplazados por las luchas internas.
Alrededor de 234.000 refugiados huyeron al vecino Chad, país que junto con la República Centroafricana fueron escenario de “un violento conflicto étnico en sus fronteras con Sudán”, añade el texto.
El informe indica que el Gobierno sudanés y las milicias Yanyauid arrasaron numerosas tribus africanas y “cometieron actos de tortura y violencia contra las mujeres”.
Washington acusa también a los grupos rebeldes de Darfur de “violaciones y de ataques a convoyes humanitarios”, así como de operaciones de robo de equipamiento y provisiones en las que resultaron muertos o heridos estos trabajadores.
A pesar de la presencia de las fuerzas de la Unión Africana (UA) en la región, el Departamento de Estado subraya que la seguridad resultó un gran problema en la región sudanesa y que se deterioró a lo largo del año pasado, especialmente durante el segundo semestre.
Más dinero. El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) pidió ayer $56,1 millones para ayudar a decenas de miles de refugiados y desplazados a regresar a sus hogares en Sudán del Sur y reintegrarse a sus comunidades.
Hace poco más de un mes la agencia ya había pedido a la comunidad internacional $19,7 millones para financiar programas de ayuda a los desplazados de Darfur y a los refugiados en Chad.
Con esos fondos, ACNUR podría desarrollar programas de repatriación voluntaria que ya están en marcha y con los que se pretende asistir a más de 100.000 refugiados instalados en países vecinos, así como a 25.000 personas que se han desplazado a otras zonas del país, explicó en Ginebra Jennifer Pagonis, portavoz de la agencia.
Durante el año 2006, ACNUR ya recibió $63 millones para financiar sus operaciones en Sudán del Sur.