Bogotá. AFP. La guerrilla de las FARC extendió sus ataques contra el transporte público y de carga al noroeste de Colombia, tras casi dos semanas de un paro armado en el sur y este del país, en una ofensiva que dejó 17 muertos del sábado al lunes, informaron autoridades civiles ayer.
El secretario de gobierno del departamento de Antioquia (noroeste), Jorge Mejía, confirmó a la radio Caracol, de Bogotá, que tres autobuses del servicio público y un vehículo de carga fueron quemados cerca de la población de Puerto Valdivia, en la vía que conduce a la Costa Caribe (norte).
En las acciones, ocurridas en la noche del martes y atribuidas a las FARC, dos pasajeros resultaron lesionados, y según Mejía, "entendemos que los demás están ilesos".
Según el funcionario, las autoridades investigan si los rebeldes incineraron el martes un vehículo de transporte de combustibles, en la región de Urabá, al noroeste del departamento, o, si por el contrario, se trató de un accidente.
Medios de prensa informaron de que Iván Márquez, jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en el noroeste del país, habría hecho llegar a periodistas y transportadores advertencias sobre un paro armado en las carreteras que comunican a Antioquia con el norte del país.
Las autoridades civiles y militares no se han pronunciado sobre esas informaciones.
Al respecto, Mejía dijo que "todavía no hemos podido completar el mapa de lo ocurrido en la noche. Ayer (martes) nos acostamos tranquilamente en Antioquia y por eso estamos indagando sobre lo que ocurrió en las últimas horas".
Mientras, el secretario de gobierno del departamento de Chocó (noroeste), Freddy Lloreda, confirmó que "la situación acá se ha visto alterada por el anuncio de las FARC de un paro armado desde las 24 horas del martes".
Las FARC adelantan desde hace casi dos semanas un paro armado en los departamentos de Caquetá, Putumayo, Huila, Guaviare (sur) y Arauca (este).
La orden del grupo rebelde implica que ningún transportador puede desplazarse por las carreteras de esas regiones, bajo la amenaza de ser declarado como objetivo militar.
El sábado, los insurgentes atacaron un bus de transporte público en Caquetá, dejando como saldo nueve muertos y 13 heridos.
Dos días después, en otro hecho violento ocurrido en la población de Rivera (Huila), las FARC dieron muerte a nueve concejales que sesionaban en un hotel.
Al menos una veintena de vehículos de carga o transporte de pasajeros han sido incinerados por los guerrilleros, en una ofensiva de cara a las elecciones legislativas del 12 de marzo.
Ante esta situación, el presidente, Álvaro Uribe, ordenó a los miembros de las fuerzas de seguridad salir de los cuarteles y oficinas para enfrentar la arremetida de las FARC, que procura sabotear las elecciones parlamentarias y las presidenciales del 28 de mayo, que Uribe aspira a ganar.