Bogotá. Brasil y Colombia sugirieron este jueves repetir las elecciones presidenciales en Venezuela, después de la cuestionada proclamación de Nicolás Maduro y las denuncias de fraude de la oposición, que reivindica su victoria y en principio rechazó la propuesta.
En un principio, Joe Biden apoyó la iniciativa. Sin embargo, la Casa Blanca parece desmarcarse de la postura del presidente de los Estados Unidos.
“El presidente se refería a lo absurdo de que (el presidente Nicolás) Maduro y sus representantes no hayan sido honestos sobre las elecciones del 28 de julio”, dijo un portavoz de la Casa Blanca, añadiendo que era “absolutamente claro” que la oposición venezolana ganó.
Cuando un periodista le preguntó a Biden en la Casa Blanca si apoyaba nuevos comicios en Venezuela, el mandatario demócrata respondió que “sí”.
Poco después, el Consejo de Seguridad Nacional (NSC) indicó, sin embargo, que Biden sólo había hecho una declaración general sobre la posición estadounidense respecto a Venezuela.
“Es absolutamente claro para la mayoría del pueblo venezolano, para Estados Unidos y para un número creciente de países que (el candidato opositor) Edmundo González Urrutia fue el más votado el 28 de julio”, dijo un portavoz del NSC.
“Estados Unidos pide de nuevo que se respete la voluntad del pueblo venezolano y que se inicien conversaciones sobre una transición de vuelta a las normas democráticas”.
El Consejo Nacional Electoral (CNE), señalado de servir al chavismo, declaró a Maduro ganador de los comicios del 28 de julio con el 52% de los votos, aunque hasta ahora sin mostrar el detalle del escrutinio argumentando que fue blanco de un “ataque ciberterrorista”.
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La líder opositora María Corina Machado consideró “una falta de respeto” a los venezolanos la repetición de elecciones presidenciales, como plantearon los mandatarios de Brasil y Colombia tras los cuestionados comicios en los que fue proclamado reelecto Nicolás Maduro.
“Plantear desconocer lo ocurrido el 28 de julio para mí es una falta de respeto a los venezolanos que lo han dado todo (...) la soberanía popular se respeta”, dijo Machado en conferencia virtual con medios chilenos y argentinos, tras ser consultada sobre las declaraciones de Luiz Inácio Lula da Silva.
La oposición publicó por su parte en un sitio web propio copias de más del 80% de las actas escrutadas, que asegura prueban la victoria de su candidato Edmundo González Urrutia con el 67% de los votos.
Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América Latina exigen un escrutinio más transparente. Brasil y Colombia lideran los esfuerzos para destrabar la crisis postelectoral que llevó a protestas que dejaron 25 muertos y más de 2.400 detenidos, algunos menores de edad.
Brasil impulsó la iniciativa
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva sugirió convocar nuevas elecciones, una posición que ya sonaba en los bastidores del poder en Brasilia.
Maduro “podría intentar hacer un llamado al pueblo de Venezuela, tal vez incluso convocar un programa electoral, establecer criterios para la participación de todos los candidatos (...) y dejar que observadores de todo el mundo vayan a ver las elecciones”, afirmó en una entrevista Lula, que “aún no” reconoció los resultados.
En la misma línea, su homólogo colombiano, Gustavo Petro, pidió “nuevas elecciones libres” con “garantías totales a la acción política” y el “levantamiento de todas las sanciones” económicas de Estados Unidos contra Venezuela.
El presidente Joe Biden dijo a periodistas que apoyaba la propuesta de Lula y Petro.
Maduro ya descartó el 31 de julio, tres días después de su proclamación, repetir los comicios.
“¿Gané la partida de dominó y pido que se repita? Es así como que estamos jugando dominó, yo gano y ‘¡qué se repita esto por favor! No, ya ganaste, tómate una cervecita”, había señalado en una rueda de prensa.
Agenda legislativa en Venezuela
El Parlamento venezolano, en tanto, aprobó este jueves la regulación de las oenegés, una iniciativa que activistas temen restrinjan derechos civiles.
La discusión de este proyecto, impulsado en enero de 2023, fue retomada el martes tras una solicitud hecha por Maduro de acelerar la discusión de un paquete de leyes que también incluye la regulación de redes sociales y el castigo contra el fascismo, término usado con frecuencia por el gobierno para referirse a la oposición.
El chavismo tiene mayoría absoluta en la unicameral Asamblea Nacional.
Las oenegés son blanco frecuente de ataques desde el poder. La ley las obliga por ejemplo a inscribirse en un registro local y hacer una “relación de donaciones recibidas con plena identificación de los donantes, indicando si son nacionales o extranjeros”. Su incumplimiento implica multas que pueden llegar a 10.000 dólares.
Los activistas y defensores de derechos humanos, sin embargo, han alertado que esta ley limita los derechos civiles y temen por una restricción del espacio cívico.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos le pidió a las autoridades frenar la aprobación de “leyes que socaven el espacio cívico y democrático” y ha destacado que en el país hay un “clima de miedo” en el que “es imposible aplicar los principios democráticos y proteger los derechos humanos”.
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