"La ayuda internacional ofrecida a nuestro pueblo es un deber humanitario porque el pueblo palestino continúa viviendo bajo ocupación israelí. Esta ayuda no debe estar por lo tanto sujeta a condiciones injustas", dijo el dirigente de Hamás Ismael Haniyeh, cuyo movimiento ganó las elecciones legislativas palestinas del 25 de enero.
Los representantes del Cuarteto (Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y la ONU) se reunieron el lunes en Londres y condicionaron el mantenimiento de las ayudas internacionales a la Autoridad Palestina a que Hamás rechace la violencia, reconozca a Israel y respete el último plan de paz internacional conocido como la Hoja de Ruta.
En un aparente intento de no enemistarse con el Cuarteto, que agrupa a los principales apoyos financieros de los palestinos, Haniyeh evitó formular críticas directas contra el grupo.
"Recordamos a la comunidad internacional que Hamás ha llegado al poder por la vía de elecciones honradas y no por las armas o un golpe de estado militar. La comunidad internacional debe respetar los resultados de la democracia y adaptarse a ella", afirmó.
Haniyeh aseguró que el hecho de que Europa y Estados Unidos pongan en entredicho la ayuda internacional tras la victoria de Hamás, no impide que otros donantes potenciales, que no identificó, se muestren dispuestos a prestar asistencia financiera a los palestinos.
En un tono más severo, un dirigente de Hamás en el exilio dijo que el movimiento no cedería al "chantaje" del Cuarteto.
"Estamos buscando fuentes alternativas y no permitiremos que nos extorsionen", dijo Osama Hamdan desde Beirut.