Caracas. “En estos meses de campaña he recibido una energía increíble. El ministro (de Planificación, Jorge) Giordani me decía: ‘Presidente, eso que estamos viendo es frenesí’. Es más que amor, frenesí” .
Así inició ayer el presidente Hugo Chávez su conferencia de prensa previa a las elecciones que se realizarán el domingo. El bolero, cuya estrofa cantó, le sirvió para expresar “la fuerza del amor, del amor sublime” que dice haber recibido durante esta campaña.
La música es parte del vínculo afectivo que el mandatario logró desarrollar desde hace ya casi una década con los sectores populares, que constituyen la mayor parte de la base electoral que este domingo, según las encuestas, podría reelegirlo en el cargo.
Chávez le ha dado a los pobres las misiones (programas de asistencia social) en salud, empleo, alimentación y educación masiva, con las cuales ha logrado bajar el desempleo y el analfabetismo.
El mandatario habló ayer de un desempleo de 8%, cuando hace ocho años era cercano al 12% y de una pobreza del 30%, a diferencia del 45% de hace solo cuatro años.
“Sin embargo, el principal aporte de Chávez a los pobres es incuantificable. Les dio autoestima nacional, les hizo sentir que tienen en el poder a alguien que los representa”, dijo el periodista Humberto Márquez, presidente de la Asociación de Prensa Extranjera.
La inclusión de los pobres, que en su mayoría sobreviven en tugurios hacinados en los cerros que circundan Caracas, se ve en la actividad informal de la capital. Miles de vendedores ambulantes pueblan las aceras de la ciudad y juran que votan por el mandatario a ojos cerrados. Unos 10 millones viven en los cerros.
“El comandante nos ha dado la posibilidad de trabajar, de tener atención médica y escuelas, yo le doy mi voto, mi corazón y mi vida”, asegura Josefina Zambrano, que alquila teléfonos a los pasantes de la plazoleta La Candelaria.
“Mire, aquí no hay mucho que preguntar, solo eche un vistazo, todo es “rojo, rojito”, dijo María Rodríguez, parafraseando el lema de la campaña chavista.