México. Al menos dos personas murieron en el sur de México tras el paso del huracán John. El fenómeno, que tocó tierra el lunes por la noche con categoría 3, se degradó este martes a tormenta tropical, según informaron las autoridades.
Se reportó “el fallecimiento de dos personas a causa de un deslave en su casa” en la comunidad de Tlacoachistlahuaca, informó en rueda de prensa Evelyn Salgado, gobernadora del estado mexicano de Guerrero (sur).
Las víctimas, según un informe de protección civil, eran una mujer y un niño que vivían en esta comunidad de unos 5.000 habitantes y de difícil acceso por su ubicación montañosa.
De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos, John se encontraba a las 3 p. m. GMT a unos 110 kilómetros del puerto vacacional de Acapulco y registraba vientos sostenidos de 65 kilómetros por hora.
“Fue un fenómeno fuerte, con muchas lluvias”, dijo de su lado el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su conferencia de prensa matutina.
John tocó tierra cerca de Marquelia, Guerrero, una región escasamente poblada, para luego adentrarse en una zona montañosa.
“Se espera un debilitamiento lento durante los próximos dos días”, según el reporte meteorológico.
Lluvias y caminos bloqueados
Las localidades costeras de Guerrero fueron afectadas principalmente por fuertes precipitaciones, el cierre de carreteras, cortes en el suministro eléctrico y la suspensión de clases y actividades, añadió la gobernadora Salgado.
Este distrito del sur de México y su vecino estado de Oaxaca fueron los más golpeados por el paso de John, que poco antes de tocar tierra alcanzó la categoría 3 (de 5) de la escala Saffir-Simpson.
En Oaxaca se reportaron caídas de árboles en varios municipios de la costa y afectaciones en carreteras. Los aeropuertos de los balnearios de Huatulco y Puerto Escondido suspendieron operaciones.
En ambos estados fueron desplegados miles de funcionarios, entre militares y personal de cuerpos de emergencia. Además, fueron habilitados unos 300 albergues para acoger a pobladores de zonas de alto riesgo.
La gobernadora detalló que los equipos trabajan principalmente en liberar los caminos para hacer llegar alimentos y agua a las comunidades afectadas, la mayoría de ellas sumidas en la pobreza.
En octubre del año pasado, el huracán Otis, de categoría 5, dejó un rastro de destrucción y varias docenas de muertos tras arrasar Acapulco.
Otis se intensificó rápidamente en cuestión de horas, pasando de ser tormenta tropical a ciclón de la categoría más potente, lo que sorprendió a las autoridades y expertos en meteorología.
En julio pasado, el Caribe mexicano se vio afectado por el paso del huracán Beryl, lo que obligó al desalojo de cientos de turistas y causó al menos 18 muertes en islas caribeñas, Venezuela y Estados Unidos.
Las autoridades mexicanas también se mantienen atentas a un sistema en formación en el Caribe que, según el NHC, podría convertirse en huracán el miércoles frente a las costas del estado de Quintana Roo, donde se localizan los balnearios de Cancún, la Riviera Maya y Tulum.
Por su ubicación geográfica, México sufre todos los años el embate de ciclones, tanto en la costa del Pacífico como en la del Atlántico, normalmente entre mayo y noviembre.