Bogotá. Al menos 2.000 indígenas provenientes del centro-oeste de Colombia acampan este martes frente a una dependencia gubernamental en Bogotá. Exigen una reunión con altas autoridades para discutir sus demandas sobre tierras ancestrales y atención a sus comunidades.
Los indígenas embera, llegados en 40 autobuses desde el departamento de Risaralda, instalaron la noche del lunes cientos de carpas a las afueras de la Agencia Nacional de Tierras (ANT). Mujeres con niños, vestidas con trajes y collares coloridos, permanecen sentadas en el lugar como forma de protesta, custodiadas por miembros de la guardia indígena.
“Somos familias que no tenemos territorio”, expresó el médico ancestral José Motato. Denunció que entre los principales problemas de su comunidad están la deforestación de las fuentes hídricas, la destrucción de sitios sagrados, la salud de los niños y el cuidado del adulto mayor.
Los manifestantes reprochan que, según cifras de autoridades indígenas, al menos 110 menores de cinco años han fallecido desde 2023 por enfermedades asociadas con la desnutrición.
Esperan que “el gobierno nacional los atienda” y cumpla “con los compromisos adquiridos con la comunidad”, advirtió Isabelita Mercado, alta consejera de Víctimas, Paz y Reconciliación de la alcaldía de Bogotá. Según sus estimaciones, son unas 2.000 personas movilizadas.
En setiembre, cerca de 700 indígenas embera desplazados que acampaban en uno de los principales parques de la capital colombiana desde finales de 2021 retornaron a sus territorios tras una serie de acuerdos con el gobierno de Gustavo Petro. Los pactos incluían reasentamientos en sus tierras y atención a sus necesidades.
“Los compromisos no se han podido cumplir”, denunció José Siágama, líder social embera. Explicó que la comunidad decidió regresar a Bogotá para insistir en el cumplimiento de las metas acordadas.
El director de la ANT, Felipe Harman, anunció en la red social X la instalación de “una primera mesa de trabajo” con representantes de las comunidades. Subrayó que el gobierno mantiene su disposición para dialogar.
“La mayoría de esas comunidades quieren regresar a sus territorios. Es responsabilidad del Estado liderar ese proceso para garantizar las condiciones que les permitan permanecer allá”, afirmó el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, tras anunciar la llegada de los manifestantes.
Los pueblos originarios han sido históricamente desplazados de sus territorios en Colombia por la violencia de grupos armados. Petro, el primer mandatario de izquierda del país, intenta desactivar el conflicto armado de seis décadas que dejó 9,5 millones de víctimas a través del diálogo.