Caracas. EFE. Un Congreso venezolano monocolor, con 167 diputados afines al Gobierno, inició ayer sus sesiones para el período 2006-2010 sin representación de partidos de la oposición, que no se presentaron a las elecciones legislativas del pasado 4 de diciembre.
Prácticamente la totalidad de los legisladores que pronunciaron ayer discursos inaugurales coincidieron con el presidente del país, Hugo Chávez, en que la deserción electoral opositora obedeció a un "plan de conspiración" para intentar menoscabar al Gobierno.
Poco días después de las elecciones parlamentarias, Chávez dijo que ese retiro era parte de una "nueva conspiración" de EE. UU., lo que fue rechazado por Washington y las fuerzas antichavistas.
Chávez también atribuyó ese retiro a encuestas que previeron su victoria, ampliada con el retiro de la oposición que alegó desconfianza en el Poder Electoral y en el sistema automatizado de votación.
Los observadores de la Organización de Estados Americanos y la Unión Europea coincidieron en que esa deserción no deslegitimaba el proceso electoral.