La iglesia chilena investiga a 13 sacerdotes de la región de Rancagua (centro) por faltas al celibato y gastos irregulares de fondos parroquiales, tras haber sido suspendidos por su implicación en un escándalo por supuestos delitos sexuales.
Los 13 curas fueron acusados, la semana pasada, de ser parte de una red denominada 'La Familia' en la que tenían relaciones sexuales y realizaban onerosos gastos para fines personales, según un reportaje realizado por el canal 13 que destapó este escándalo y que llevó al obispo de Rancagua, Alejandro Goic, a suspender a estos sacerdotes y al diácono de la localidad de Las Cabras (290 km al sur de Santiago).
Los sacerdotes son investigados "por uso de dinero parroquial en gastos personales o por conductas impropias en relación al celibato, que no corresponden con su misión sacerdotal", dijo Goic en una entrevista difundida este sábado por el diario La Tercera.
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La Fiscalía de Rancagua, ante la cual Goic prestó declaraciones el miércoles, también abrió una investigación "por eventuales delitos sexuales contra menores" con base a las denuncias en un reportaje hecho por Elisa Fernández, excoordinadora de la pastoral juvenil de esta ciudad, sobre las prácticas sexuales que supuestamente realizaban los curas desde hace una década.
Goic explicó que de los 13, el sacerdote Luis Rubio de la localidad de Paredones (242 kilómetros al sur de Santiago) es el único que fue denunciado por abusos sexuales a menores en el 2013 tras lo cual fue suspendido y los antecedentes del caso fueron derivados al Vaticano y a la justicia civil.
Goic afirmó que no tenía conocimiento de estos hechos y admitió haber sido “poco cuidadoso” al no haber sido capaz de detectarlos.
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Tras concluida la investigación, Goic determinará la gravedad de los delitos cometidos y si es necesario un proceso canónico e incluso, acudir a la Congregación para la Doctrina de la Fe, órgano colegiado del Vaticano que investiga este tipo de hechos.
El caso da un nuevo golpe a la Iglesia chilena, que sufre una crisis por denuncias de encubrimientos de abusos sexuales de sacerdotes que llevó al papa Francisco a convocar a todos los obispos chilenos hace dos semanas, quienes le presentaron su renuncia.
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