Washington. La pandemia del nuevo coronavirus ha matado a un récord de 345 personas en Estados Unidos en las últimas 24 horas y ya hay más de 100.000 contagiados, según un conteo de la Universidad Johns Hopkins.
En total, hasta las 6 p. m. hora del este (4 p. m. en Costa Rica) sumaban 100.717 casos, incluyendo 1.544 muertes. El país norteamericano es, desde el jueves, el que tiene el mayor número de enfermos en el mundo.
La enfermedad ha provocado al menos 26.621 muertos en el orbe desde que apareció en diciembre, según un balance establecido por AFP sobre la base de fuentes oficiales, este viernes a las 19 GMT (1 p. m. hora de Costa Rica).
Desde el comienzo de la epidemia se contabilizaron más de 572.040 casos de contagio en 183 países o territorios. La cifra de casos diagnosticados positivos solo refleja una parte de la totalidad de contagios debido a las políticas dispares de los diferentes países para diagnosticar los casos, algunos sólo lo hacen con aquellas personas que necesitan una hospitalización.
The U.S. has finally passed South Korea and Italy in coronavirus testing — overtaking 2 countries with much smaller populations that had been much quicker to ramp up testing.
— The New York Times (@nytimes) March 27, 2020
But it's still falling short. Here’s what the data show. https://t.co/lRi5wfW998 pic.twitter.com/xNJED8ozT8
Desde la víspera a la misma hora se registraron 3.328 nuevas muertes y 66.457 contagios en el mundo.
En las últimas 24 horas los países que más fallecidos contabilizaron son Italia con 969 nuevos muertos, España (769) y Estados Unidos (345).
Foco en Nueva York
En este último país el mayor foco está, por lejos, en Nueva York, donde se registran casi la mitad de los casos, lo que ha llevado al desborde del sistema hospitalario.
La tasa de mortalidad en Estados Unidos basada en casos confirmados es de alrededor del 1,5%, en comparación con alrededor del 10,5% en Italia.
“Todavía estamos viendo un número creciente de casos, un número creciente de hospitalizaciones, un número creciente de ingresos en unidades de cuidados intensivos, un número creciente de pacientes con respiradores mecánicos”, dijo Thomas Tsai, profesor de Política de Salud en la Universidad de Harvard.
“Y desafortunadamente, la tasa de mortalidad probablemente seguirá ese patrón. Es solo que los números van a estar atrasados días o semanas”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) teme que Estados Unidos, donde viven casi 330 millones de personas, pueda convertirse en el próximo epicentro de la pandemia.
La mayoría de las muertes se registran actualmente en el estado de Nueva York, que se ha convertido en el centro de la epidemia estadounidense, con 366 muertos hasta ahora solo en la ciudad de Nueva York.
Su gobernador, Andrew Cuomo, predice un pico de infectados en aproximadamente 21 días, alrededor del 17 de abril.
La necesidad de respiradores es aguda en el estado de Nueva York, donde se han confirmado 44.635 infecciones. El número de muertos allí aumentó el viernes a 519, en comparación con 385 el día anterior, pero Cuomo se mostró optimista porque el incremento en la tasa de hospitalización se ha ralentizado.
No obstante, pidió preparar 4.000 camas temporales más en la ciudad de Nueva York, donde el Centro de Convenciones Jacob K. Javits ya fue transformado en hospital.
“Esto va a demorar semanas y semanas y semanas”, les manifestó Cuomo a integrantes de la Guardia Nacional que laboran en el Centro Javits. “Este será un día largo, y será un día difícil, y será un día feo, y será un día triste”.
Por su lado, la ciudad de Nueva Orleans se apresuraba el viernes a convertir su centro de convenciones en un hospital de campaña.
“Aún no terminamos con esto. Ni siquiera estamos a la mitad”, expresó Joseph Kanter, del Departamento de Salud de Luisiana, que ha registrado más de 2.700 casos, más del quíntuple de los que tenía hace una semana.
El amplio Centro de Convenciones Ernest N. Morial de Nuevo Orleans, a orillas del río Misisipi, era transformado en un enorme hospital como parte de los preparativos para la posible llegada de miles de pacientes más de los que las autoridades pueden manejar por el momento.
Tales preparativos hicieron evocar imágenes de otro desastre, el del huracán Katrina en el 2005, cuando el centro de convenciones se convirtió en un albergue en una ciudad que ha capeado una serie de tormentas, sin mencionar enormes incendios y una epidemia de fiebre amarilla en siglos pasados.
A fabricar respiradores
Frente a esa panorama, el presidente Donald Trump, invocó el viernes la Ley de Producción de Defensa, una norma que data de la Guerra de Corea, para exigirle al fabricante de automóviles General Motors producir rápidamente respiradores para responder a la emergencia sanitaria de la covid-19.
“GM estaba perdiendo el tiempo”, afirmó Trump en un comunicado al anunciar esta medida especial.
"Esta decisión ayudará a garantizar la producción rápida de respiradores que salvarán vidas estadounidenses", agregó.
Trump invocó la raramente utilizada Ley de Producción de Defensa (Defense Production Act), para ordenar a GM a que acelere su compromiso de fabricar ventiladores en una de sus plantas automotrices después de retrasos en las negociaciones.
La ley permite movilizar, en circunstancias excepcionales, al sector industrial privado para atender las necesidades de seguridad del país.
En este caso, habilita a que la Casa Blanca exija a GM que “acepte, realice y priorice los contratos federales para respiradores”, indicó Trump.
"Nuestras negociaciones con GM con respecto a su capacidad de suministrar respiradores han sido productivas, pero nuestra lucha contra el virus es demasiado urgente para permitir que el proceso de contratación continúe su curso normal", agregó.
Más temprano en el día, Trump exigió en un tuit que tanto GM como su competidor Ford se movilizaran rápidamente para fabricar estos aparatos esenciales para ayudar a respirar a los pacientes con coronavirus gravemente enfermos.
GM respondió que tenía un acuerdo con el fabricante de equipos médicos Ventec Life Systems para fabricar los equipos de cuidados críticos en su planta automotriz de Kokomo, Indiana, y que probablemente podría comenzar a enviar algunos respiradores el próximo mes.
El mandatario también promulgó un gigantesco paquete de estímulo económico de "2,2 billones después de que la Cámara de Representantes lo aprobó en votación oral. Legisladores de ambos partidos respaldaron la ley para enviarle cheques a millones de estadounidenses, impulsar el apoyo gubernamental por desempleo, ayudar a las empresas y arrojarle un salvavidas a un sistema de salud totalmente desbordado.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, prometió una rápida distribución de cheques.
“Los estadounidenses necesitan ese dinero ahora, no pueden esperar”, declaró a la cadena Fox Business. Agregó que los depósitos directos de efectivo estarían disponibles en tres semanas.