Frank Pérez, el abogado que representa al narcotraficante mexicano Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los fundadores y jefe del Cártel de Sinaloa, rechazó las afirmaciones de que su cliente fue engañado para abordar un avión desde México a Estados Unidos, donde fue arrestado el jueves junto a un hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, condenado a cadena perpetua.
Pérez, en un comunicado que dio a conocer de primero Los Angeles Times, afirmó que “El Mayo”, de 76 años y perseguido por Estados Unidos durante al menos cuatro décadas, había sido “secuestrado a la fuerza” por Joaquín Guzmán López, de 38 años, el hijo de “El Chapo”, quien llegó en el mismo bimotor junto a un piloto.
Pérez negó la versión de que Zambada se había rendido o había sido engañado para subir a la pequeña aeronave privada. “Mi cliente no se rindió ni negoció ningún término con el gobierno de Estados Unidos. Joaquín Guzmán López secuestró por la fuerza a mi cliente”, dijo en el comunicado.
“Fue emboscado, tirado al suelo y esposado por seis hombres con uniforme militar y Joaquín. Le ataron las piernas y le pusieron una bolsa negra en la cabeza. Luego lo arrojaron a la parte trasera de una camioneta y lo llevaron a una pista de aterrizaje. Allí, Joaquín lo obligó a subir a un avión, le ató las piernas al asiento y lo trajo a Estados Unidos en contra de su voluntad”. Agregó que las únicas personas en el avión modelo Beechcraft King Air eran “el piloto, Joaquín y mi cliente”.
Según Pérez, quien habló brevemente con The Times después de emitir el comunicado, Zambada fue engañado al ser llamado a una reunión el jueves con Guzmán López, un líder de la facción del cártel conocida como Los Chapitos. Zambada, conocido por su carácter esquivo después de más de cuatro décadas huyendo sin ser capturado, viajaba con un equipo de seguridad relativamente ligero. Tomado por sorpresa, Zambada fue dominado, puntualizó el abogado.
La misma versión dio Pérez al diario USA Today: “Mi cliente no se rindió ni negoció ningún término con el gobierno de Estados Unidos”. Agregó: “Joaquín Guzmán López secuestró a la fuerza a mi cliente. Fue emboscado, arrojado al suelo y esposado por seis hombres con uniforme militar y Joaquín”.
Después de eso, añadió el abogado, a Zambada “le ataron las piernas y le colocaron una bolsa negra en la cabeza. Luego lo arrojaron a la parte trasera de una camioneta y lo llevaron a una pista de aterrizaje. Allí, lo obligaron a subir a un avión; Joaquín le ató las piernas al asiento y lo trajeron a Estados Unidos contra su voluntad. Las únicas personas en el avión eran el piloto, Joaquín y mi cliente”.
Jeffrey Lichtman, abogado que representa a Guzmán López, no respondió los comentarios de Pérez. “Es libre de emplear cualquier defensa que considere adecuada para defenderse de los cargos”, dijo a USA Today.
Un piloto que estaba en el Aeropuerto Internacional del condado de Doña Ana, en Santa Teresa, Nuevo México, cerca de El Paso, Texas, declaró a ese mismo diario, con la condición del anonimato, de que él observó cuando la nave, luego del aterrizaje, se estacionó frente al edificio de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (U.S. Customs and Border Protection, CBP)
Primero descendió Guzmán López: “Él estrechó todas las manos de las fuerzas del orden”, dijo el piloto. Zambada “permaneció a bordo. Evidentemente salió más tarde y fue detenido tranquilamente”, agregó.
Dentro del avión, de color blanco con franjas negras en sus alas y un logotipo en forma de B en la cola, había bocadillos que incluían papas fritas y Gansitos, pasteles mexicanos de vainilla cubiertos de chocolate. También tiras plásticas.
USA Today dio a conocer fotografías del interior del avión donde fueron llevados estos líderes del Cártel de Sinaloa. En ellas se observa la aeronave en un plano abierto con cadenas sobre las hélices y con etiquetas que tienen la leyenda: “Examinado por CBP”.
De acuerdo con la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de México, Rosa Icela Rodríguez, la aeronave despegó de la ciudad de Hermosillo, capital de Sonora, en la mañana, al mando del piloto Larry Curtis Parker, quien no tiene registro oficial de ese cargo. “A las 7:55 el vuelo sale de la ciudad de Hermosillo y llega a las 10:19 al aeropuerto de Santa Teresa”.
Sin embargo, las horas dadas por Rodríguez no coinciden con la llegada de “El Mayo” y Joaquín Guzmán López, registrada poco después de las 3 p. m. En el diario mexicano Reforma, Larry Curtis Parker, estadounidense de 72 años, negó, en declaraciones a la periodista Peniley Ramírez, que él haya sido el piloto. “Solo soy un empresario que ama a México”. Se declaró asustado y preocupado por lo dicho por Rodríguez pues los viajes que hace a México son de placer y en un avión de su propiedad que no es el señalado.
Narró que tiene negocios en asfalto y que el jueves 25 de julio voló entre Nuevo México y Sonora a bordo de su avión Cessna 205, matrícula N8454Z, actividad que realiza con regularidad. En Sonora realizó un “par de reuniones” para posteriormente volar de regreso a Estados Unidos.
Imperdible… el trabajo de @peniley_ramirez a ras de tierra es impresionante! Se abren muchas preguntas. pic.twitter.com/PATPHlwcjE
— Rossana Reguillo (@rossanareguillo) July 27, 2024
En la misma conferencia de prensa donde señaló a Curtis, Rodríguez dijo: “La pregunta es si nosotros participamos en esta detención. La respuesta es no, nosotros no participamos”.
La forma exacta en que los funcionarios estadounidenses llevaron a cabo los arrestos sigue siendo tema de rumores, especulaciones e informes contradictorios. Una versión, publicada por el Wall Street Journal, decía que Zambada había sido atraído al avión con la esperanza de inspeccionar pistas de aterrizaje clandestinas. También circuló la versión de que Zambada se había entregado en secreto con la promesa de reunirse con un hijo, Vicente Zambada Niebla, quien testificó contra El Chapo y ahora se cree que está bajo protección de testigos en EE. UU.
Zambada compareció el viernes 26 de julio ante la jueza Anne T. Berton de la Corte de Distrito Oeste de Texas. En la audiencia, la jueza le explicó las próximas etapas de su proceso judicial y los cargos que enfrenta, que incluyen narcotráfico y lavado de dinero. Zambada se presentó a la audiencia sentado en una silla de ruedas.
Guzmán López, en tanto, enfrenta acusaciones federales en Chicago y Washington, D.C., por tráfico de drogas y su papel de liderazgo en el cartel de Sinaloa. Los registros judiciales no muestran que se haya declarado culpable.
Zambada es una leyenda viva en el narcotráfico mexicano, ya que convirtió al cártel de Sinaloa en un imperio multimillonario que envía cocaína, metanfetamina, fentanilo y otras drogas ilícitas a todo el mundo. Estados Unidos había ofrecido una recompensa de $15 millones por su captura, y altos funcionarios estadounidenses elogiaron su detención como un golpe masivo. El presidente Joe Biden dijo que el arresto ayudaría a “salvar vidas estadounidenses”.