Berlín. La epidemia de covid-19 golpea fuerte en Alemania, que este jueves superó el umbral de los 50.000 contagios diarios y registra cada vez más hospitalizaciones, lo que ha forzado al futuro canciller Olaf Scholz a reaccionar ante la delicada situación.
El socialdemócrata, probable sucesor de Angela Merkel, observa el surgimiento de la primera crisis de un mandato que no debería comenzar antes de diciembre, a la espera de la conclusión de las negociaciones entre el partido socialdemócrata alemán (SPD), los ecologistas y los liberales.
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Incluso antes de asumir, Scholz ha decidido atacar el problema para desactivar las críticas que aumentan ante la falta de preparación del país frente a la nueva ola de la pandemia. Alemania registró este jueves el mayor número de infecciones diarias de covid-19 desde el inicio de la pandemia, con 50.196 nuevos casos en 24 horas, según el instituto de vigilancia sanitaria Robert Koch.
Es la primera vez que se supera el umbral de 50.000 casos diarios en Alemania, castigada actualmente por una virulenta ola que ha dejado varios récords de infecciones en los últimos días. El número de nuevos fallecidos este jueves fue de 235.
Relanzar la vacunación
“Tenemos que tomar medidas necesarias muy numerosas para pasar este invierno. Debemos poner a nuestro país al abrigo este invierno”, exhortó Scholz, actual vicecanciller, ante el Parlamento, donde su partido presentó junto a sus futuros socios nuevas disposiciones para luchar contra la covid. La futura coalición de gobierno apuesta por una nueva campaña de vacunación, una gran ofensiva de test de detección y restricciones para las personas no vacunadas.
“Lo primera y más importante es no ceder en nuestros esfuerzos para que el máximo de ciudadanos esté vacunados. No todo el mundo está aún convencido de que es lo deben hacer”, lamentó Scholz. “Sabemos cuál será la consecuencia: un muy, muy gran número de aquellos que no están vacunados se contagiarán (...) Es lo que esperamos”, advirtió.
La presión es creciente en los centros hospitalarios. Alemania ya tuvo que comenzar a transferir pacientes de las regiones más afectadas, especialmente en el este del país, más reacio a la vacunación, hacia otras donde la situación aún está bajo control.
Esta ola se atribuye en especial a la débil tasa de vacunación de la población en Alemania, algo inferior al 67%. La vacunación no es obligatoria en el país, incluso para el personal médico.
Propagación ‘espectacular’
El ministro de Salud, Jens Spahn, calificó recientemente a esta nueva ola de contagios de “pandemia de los no vacunados”. Angela Merkel indicó el miércoles que el repunte de infecciones experimentado especialmente desde octubre en el país era “dramático”.
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“La pandemia se propaga nuevamente de forma espectacular”, lamentó su vocero, pidiendo a las autoridades regionales, competentes en gestión sanitaria, que tomaran nuevas medidas para contener la expansión. Varios Estados particularmente afectados, como Sajonia, Baviera o recientemente Berlín, han introducido nuevas restricciones para las personas no vacunadas.
En la capital, las personas no vacunadas no podrán acceder a restaurantes sin terraza, bares, gimnasios o peluquerías, ni siquiera si presentan un test negativo. En total, casi 4,9 millones de personas se infectaron de covid-19 en Alemania desde el comienzo de la pandemia. El país tiene más de 83 millones de habitantes.
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