Vaticano. En un esfuerzo por arrojar luz sobre uno de los períodos más oscuros de la historia moderna y su relación con la Iglesia católica, la apertura de los archivos sobre la política del Papa Pío XII ante el genocidio de los judíos por los nazis ha desencadenado un debate exhaustivo en torno a la actitud de la Iglesia y su líder en ese contexto histórico.
Con la disposición de 16 millones de nuevos documentos para investigadores desde que el Papa Francisco tomó la decisión de abrirlos antes de tiempo en 2020, los detalles sobre el período de 1939 a 1958, que incluye la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, están siendo minuciosamente escrutados.
El obispo auxiliar de Reims, Etienne Vetö, quien inaugurará un seminario en Roma sobre el tema, ha enfatizado la importancia de la “verdad” y la “transparencia” en la Iglesia.
Vetö destaca que este es un período en la historia de la humanidad que exige un examen crítico y que la Iglesia está decidida a enfrentar su propio pasado.
La apertura de estos archivos ha llevado a una comprensión más profunda y matizada de la postura de la Iglesia durante esos años. Los documentos revelan una diversidad de enfoques dentro de la Iglesia.
Por un lado, se argumenta que el Papa Pío XII combinó la prudencia diplomática con la política de la imparcialidad, que fue teorizada y aplicada por Benedicto XV durante la Primera Guerra Mundial.
Según Gabriele Rigano, profesor de Historia Contemporánea, esta fue una elección consciente que respondía a las demandas del papado y de la Iglesia católica, buscando mantener una neutralidad papal en medio del conflicto.
Sin embargo, los críticos de Pío XII le acusan de no haber pronunciado nunca las palabras contra las persecuciones que se esperaban del líder de una comunidad religiosa tan poderosa.
Entre los documentos que atestiguan que el Vaticano conocía la existencia de campos de exterminio a finales de 1942 se encuentra una carta del 14 de diciembre en la que un jesuita alemán antinazi, Lothar König, menciona “el crematorio” del campo de Belzec, en Polonia, al secretario privado del papa, el alemán Robert Leiber.
El congreso internacional sobre el pontificado de Pío XII que se llevará a cabo del 9 al 11 de octubre en Roma busca analizar en profundidad el nuevo material disponible y las perspectivas en conflicto.
La historiadora Nina Valbousquet señala que, si bien estos archivos no cambian la línea dominante de la historiografía, que es la del silencio público de Pío XII, proporcionan una mejor comprensión del razonamiento detrás de sus acciones o la falta de ellas.
Además de la postura del Papa Pío XII, los documentos arrojan luz sobre la reforma de la Iglesia en relación con los judíos tras el Holocausto.
“La curia estaba marcada por un fuerte antijudaísmo, rozando el antisemitismo”, recuerda Gabriele Rigano.
Para Etienne Vetö, el Holocausto fue una “llamada de atención” para la Iglesia, que se dio cuenta de que su enseñanza había sido un “caldo de cultivo para la planta venenosa del antisemitismo”.
A pesar de los esfuerzos por abordar este oscuro capítulo de la historia, el camino hacia la redención de la Iglesia sigue siendo largo.