España
Arquitectos preocupados por el impacto de los edificios y ciudades que diseñan sobre el cambio climático, que a veces tienden a despilfarrar energía y recursos, han vuelto su mirada a la creación de inmuebles y comunidades más sostenibles.
Este es el tema al que se dedicará el IV Congreso Internacional de Arquitectura, que se celebrará en Pamplona, España, del 29 de junio al 1 de julio, con la participación de varios ganadores del premio Pritzker (considerado el Nobel de Arquitectura).
El evento es organizado por la Fundación Arquitectura y Sociedad y su título es “Cambio de clima”, el cual tiene un doble significado, explicó el director del Congreso, Luis Fernández-Galiano.
Repensar la manera en la que se edifica
Las urgencias del cambio climático exigen pensar de nuevo la forma de construir edificios y ciudades: la arquitectura cambia para cambiar el mundo.
“La mayor parte de la energía que consumimos y del dióxido de carbono que desprendemos quemando combustibles fósiles tienen su origen último en la concepción de los edificios y en el modo de ocupación del territorio. La arquitectura necesita un cambio de clima, y el cambio climático necesita abordarse desde la arquitectura”, opinó.
Luis Fernández Galiano cree que “una parte importantísima de la energía que se consume proviene no solo de los edificios mismos, sino del transporte entre el edificio y el lugar de residencia y de la estructura del territorio”.´
La ciudad dispersa que se ha venido generalizando en el último medio siglo “es extraordinariamente despilfarradora de energía y de recursos. Los arquitectos defienden ciudades más compactas, más densas y que sean más sostenibles”.
Catedrático de Proyectos de la Universidad Politécnica de Madrid y director de la revista Arquitectura Viva, Fernández-Galiano cree que hay un cambio absoluto de actitud en el mundo del urbanismo y la arquitectura acerca de cómo construir.
“Ya no podemos seguir haciendo ciudades que se extienden por todo el territorio y que obligan a usar el vehículo para todo. Tenemos que volver a ciudades más tradicionales, más compactas, más peatonales, que puedan servirse con transporte público. El reto del cambio climático es acaso el más importante de nuestra época”, sostiene.
Durante la entrevista, Fernández-Galiano insistió en que más de la mitad de la energía que se consume en el globo está determinada por nuestro modelo urbano y por la forma de construir edificios.
Por ello, hay que entender la arquitectura como una profesión de servicio.
“Hay que dedicar más esfuerzo y tiempo a cosas que no siempre se les ha prestado la atención debida, como la calidad funcional de los propios edificios y que atiendan las necesidades de los usuarios con un consumo de energía y de recursos moderados”, dijo.
Para hablar de todos estos temas se ha convocado en este congreso a grandes arquitectos internacionales.
Entre ellos se encuentra Rem Koolhaas, premio Pritzker en 2000 y uno de los arquitectos más renombrados del mundo con obras como la sede de la Televisión Central de China (CCTV), la Casa da Música de Oporto, la Biblioteca Pública de Seattle o la Fondazione Prada en Milán.
Otro destacado participante es Pierre de Meuron, del estudio Herzog Et de Meuron, quien fue premio Pritzker en 2001, autores de la sede del BBVA en Madrid; la Tate Modern de Londres (2000) y de la nueva Tate (2016).