Washington. El doctor Anthony Fauci, asesor médico de la Casa Blanca, admitió este viernes que Estados Unidos enfrenta "serios problemas" ante un alza de los casos de coronavirus en el sur y el oeste del país.
"Enfrentamos serios problemas en algunas zonas", dijo el infectólogo, que precisó que cuando se miran los casos en un mapa se ve una realidad muy heterogénea, pero que en el fondo está interconectada.
El médico, que es una figura muy popular y respetada en Estados Unidos, efectuó un llamado a los jóvenes a ejercer la responsabilidad individual. "Estamos en esto todos juntos", indicó.
"Si ustedes se infectan, van a contagiar a alguien más y esa persona va a infectar a otra más", alertó el reputado infectólogo recordando que hay personas inmunodeprimidas por un cáncer o por otras patologías que son muy vulnerables.
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Estados Unidos, el país más afectado del mundo con cerca de 125.000 muertes, nunca salió por completo de la primera ola. Tras un descenso, los nuevos casos vuelven al flujo de contagio que alcanzaron en abril.
Cambio de estrategia
Fauci admitió en una entrevista publicada este viernes por el diario The Washington Post que Estados Unidos debería cambiar su estrategia para combatir la pandemia del coronavirus.
“Hay algo que no está funcionando”, dijo el experto en enfermedades infecciosas de Estados Unidos, en referencia a la estrategia actual. “Podemos hacer todos los esquemas que queramos, pero hay algo que no está funcionando”, agregó.
En los últimos siete días se registraron más de 216.000 casos a nivel nacional, el mayor récord semanal desde que comenzó la crisis.
"Hay que encontrar donde está la penetración de las infecciones en nuestra sociedad", afirmó el médico.
Una idea planteada por el infectólogo es realizar pruebas grupales para economizar recursos para los grupos en lo que no se encuentren positivos.
El jueves, el director de los Centros de prevención y lucha contra enfermedades (CDC), Robert Redfield, afirmó que entre un 5 y un 8% de la población de Estados Unidos ha sido infectada por el coronavirus, según proyecciones en base a pruebas serológicas.
Esto equivale a más de 20 millones de personas y es diez veces más de lo que estima el balance oficial.
Freno a reapertura
Texas cerró de nuevo los bares y Florida les prohibió vender alcohol, dos medidas tomadas en medio de un aumento récord en los casos de coronavirus.
Los dos populosos estados del sur, hogar de unos 50 millones de personas, se salvaron de lo peor del brote inicial de la covid-19, pero ahora son golpeados con fuerza.
"En este momento está claro que el aumento de casos se debe en gran medida a ciertos tipos de actividades, incluidos los tejanos que se congregan en bares", dijo el gobernador de Texas, Greg Abbott, un aliado republicano del presidente Donald Trump.
En respuesta al avance del virus, se requerirá que las barras cierren, pero se mantiene el servicio retiro en el local y entregas a domicilio. Otras medidas incluyen que los restaurantes pueden permanecer abiertos con un 50% de su capacidad, mientras que las reuniones al aire libre de 100 personas o más requieren la aprobación del gobierno local.
Texas fue uno de los estados más agresivos en la reapertura a principios de junio, tras meses de confinamiento. El estado registró un récord de 5.596 nuevos casos de covid-19 el jueves, multiplicando los 1.254 casos diarios que registró hace diez días.
Lina Hidalgo, directora ejecutiva del Condado de Harris -el más poblado de Texas-, emitió un aviso de permanencia en el hogar y elevó el nivel de amenaza a "severo" o Nivel 1.
"Esta pandemia es cómo un huracán invisible", dijo Hidalgo, una demócrata que no tiene la autoridad para hacer obligatorios sus avisos.
Mientras tanto, Florida reportó el viernes un récord de 8.942 nuevos casos diarios de covid-19 y 39 muertes y este vierners suspendió el consumo local de alcohole en bares de todo el estado.
El aumento ha sido continuo durante dos semana en 30 de los 50 estados del país, especialmente en los más poblados del sur y oeste, California, Arizona, Texas y Florida.
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El vicepresidente, Mike Pence, intentó tranquilizar a la población en nombre del mandatario, Donald Trump, resaltando que el país está mejor preparado que en marzo para enfrentar la pandemia. A su vez, resaltó que los contagios recientes se daban en gran medida entre jóvenes, menos vulnerables ante los efectos graves de la covid-19.
“Estamos en una posición mucho mejor. La verdad es que ralentizamos las transmisiones, aplanamos la curva”, dijo el vicepresidente.
¿Mascarillas obligatorias?
En el centro de Houston, el West Alabama Ice House Bar sirvió sus últimas cervezas frías el viernes por la mañana antes del cierre ordenado al mediodía, hora local.
"No debería haber reabierto en absoluto, o deberían haber abierto por completo, dejar que las personas hagan lo que quieran", se queja Patrick Ford, de 35 años, mientras toma su bebida sin alcohol.
"Vamos a cerrar y esperar", dice, por su parte el dueño del bar, Petros Markantonas, el dueño del bar, negándose a entregar o servir vasos para llevar.
Solo en el noreste (Nueva York), y en menor medida, el medio oeste (Chicago) mantienen en la actualidad el virus bajo control.
Entre las medidas debatidas en el país para frenar el virus está la de si usar mascarilla y si ese habito debe ser obligatorio o no.
California decidió la semana pasada hacer obligatorio el uso de tapabocas, especialmente en comercio y transporte, seguido de Carolina del Norte y Nevada esta semana, a partir de este viernes en los casinos de Las Vegas.