Brasilia. Brasil superó este viernes los 130.000 muertos por coronavirus, según datos oficiales que confirman un ritmo en clara desaceleración de la pandemia, pero que no despejan los temores de recaída.
El Ministerio de Salud comunicó 874 fallecidos y 43.178 contagios en las últimas 24 horas, con lo cual los balances se elevan a 130.396 decesos y 4.282.164 contaminaciones.
El gigante suramericano, de 212 millones de habitantes, es el segundo país con más muertos por la covid-19, superado solo por Estados Unidos, y el tercero en número de casos, por detrás de Estados Unidos e India.
El promedio diario de muertes es de 696 considerando los últimos siete días, una cifra que confirma que la ola letal ha perdido intensidad.
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Desde inicios de junio hasta inicios de agosto, el país se mantuvo en una agónica meseta que raramente descendió de los 1.000 muertos diarios en promedios semanales.
"Los modelos apuntan a que el pico de la epidemia ya pasó (...) y al inicio de una caída, aunque aún en niveles bastante altos e inaceptables", afirmó el inmunólogo Guilherme Werneck, vicepresidente de la Asociación Brasileña de Salud Colectiva (Abrasco), en un seminario organizado esta semana por la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz).
Tanto el aumento del número de muertos como el reflujo actual se han dado de manera desigual y confusa, debido a la dimensión del país y a la falta de coordinación nacional para enfrentar la tragedia.
El presidente de ultraderecha, Jair Bolsonaro, que minimizó la pandemia, fue un crítico feroz de las medidas de confinamiento impuestas por los estados y las mayores ciudades, alegando su impacto económico.