Ciudad de Panamá. La administración del Canal de Panamá estableció provisionalmente un nuevo carril de navegación, en los accesos a la vía interoceánica, para evitar el choque entre los barcos que cruzan la ruta y los cetáceos que migran por aguas panameñas.
Desde el 1.° de agosto y hasta el 30 de noviembre del 2021, los barcos que accedan al Canal “deberán permanecer” dentro de unas áreas de navegación designadas en el Océano Pacífico, “a fin de reducir el riesgo de cruzarse” con ballenas y delfines.
Además, durante estos cuatro meses, los buques deberán limitar a 10 nudos la velocidad de navegación por estas áreas, agregó la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) en un comunicado.
Por esta época, el Golfo de Panamá, en el Pacífico, es lugar de hibernación para las ballenas jorobadas que llegan desde Sudamérica. A estos gigantescos animales se les puede avistar en el archipiélago de Las Perlas, Isla Iguana, Montijo, Coiba e islas Secas.
También se pueden divisar grupos de delfines, principalmente el delfín nariz de botella y el delfín manchado pantropical, la especie más común y abundante del Pacífico Oriental Tropical, según el Ministerio de Ambiente de Panamá.
"Cuando hablamos de sostenibilidad en el Canal, tomamos en cuenta la protección y el bienestar de todo nuestro ecosistema y biodiversidad", destacó el administrador del Canal, Ricaurte Vásquez Morales.
"Estas medidas muestran que un pequeño cambio puede hacer una gran diferencia cuando nuestra industria trabaja en conjunto para priorizar la sostenibilidad", agregó.
Búsqueda de la seguridad marítima
Según la ACP, por el canal panameño, de 80 kilómetros, pasa 3,5% del comercio mundial. Sus principales usuarios son Estados Unidos, China y Japón, y sus rutas van desde Asia hasta la costa este norteamericana.
En el año fiscal 2020, el Canal batió su propio récord de tránsito de carga, con el paso de 475 millones de toneladas por sus aguas, pese a la pandemia y la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Desde 2014, el Canal de Panamá implementa diferentes medidas establecidas por la Organización Marítima Internacional (OMI) para la protección del mundo animal.
Su desarrollo ha “reducido significativamente” la probabilidad de interacciones e incidentes graves que involucren a ballenas y otros animales, y “garantizan la seguridad marítima”, añadió la ACP.
Según la autoridad del pasaje, la creación de estas áreas de navegación ha reducido anualmente en un 75% en promedio, por embarcación, las emisiones de gases de efecto invernadero y gases contaminantes.