Pekín. China exportó, desde principios de marzo, casi 4.000 millones de mascarillas para luchar contra la pandemia del nuevo coronavirus, anunciaron las autoridades.
Pese a la disminución de casos en su territorio, Pekín instó a las fábricas a aumentar la producción de equipos médicos en momentos en que otros países se enfrentan a la falta de materiales. La pandemia lleva más de 65.000 decesos en el mundo.
Desde el 1.° de marzo, China ha exportado a medio centenar de países 3.860 millones de mascarillas, 37,5 millones de trajes protectores, 16.000 respiradores y 2,84 millones de kits de diagnóstico de la enfermedad, declaró Jin Hai, una de las responsables de los servicios aduaneros.
En total, estas exportaciones están valoradas en unos 1.330 millones de euros.
Sin embargo, algunos países se han quejado de la calidad de los equipos médicos importados de China.
Holanda denunció, el 28 de marzo, que 600.000 mascarillas procedentes de un lote de 1,3 millones que llegó de China no cumplían las normas de calidad, no se ajustaban debidamente en el rostro y algunos filtros no funcionaban correctamente.
China respondió que el fabricante había indicado claramente que no eran quirúrgicas.
España también devolvió, a finales de marzo, miles de test de diagnóstico defectuosos expedidos por una compañía china que no contaba con las autorizaciones necesarias.
Responsables chinos respondieron a las informaciones de la prensa sobre la calidad de los equipos médicos chinos diciendo que no reflejan la totalidad de los hechos.
“Hay, en realidad, varios factores, como el hecho de que China tiene normas y hábitos de uso diferentes de otros países. Un uso inapropiado puede suscitar dudas sobre la calidad”, dijo Jiang Fan, del ministerio de Comercio.
Estas observaciones son similares a las que hizo la semana pasada Hua Chunying, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, que pidió a la prensa occidental que no politice la cuestión, ni exagere las situaciones.
Pekín acaba de reforzar la regulación sobre las exportaciones de equipo médico para tratar el coronavirus para exigir que los productos respondan tanto a las normas chinas como a las de sus destinatarios.