Wuhan. China levantó este martes a medianoche las restricciones a la ciudad de Wuhan, origen del coronavirus que ha dejado más de 80.000 muertos desde diciembre en el planeta, muchos de ellos en Europa y en Estados Unidos, que amenaza con suspender su contribución a la OMS.
Miles de pasajeros que estuvieron bloqueados desde el 23 de enero en la ciudad china de 11 millones de habitantes se precipitaron este miércoles a las estaciones de trenes con la esperanza de poder reanudar sus trabajos y recuperar la normalidad en otras partes de China, constataron periodistas de la AFP.
“¡Hace 77 días que estaba encerrado!”, exclamó un hombre impaciente por llegar a Changsha, a unos 350 kilómetros de Wuhan.
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Sin embargo, mientras que desde China, que este martes no registró ningún muerto por coronavirus, llegan buenas noticias, en el resto del mundo son poco halagüeñas. Al menos 80.142 personas han muerto y casi 140.000 se han infectado en 192 países y territorios, según un balance establecido por AFP.
La municipalidad de Wuhan señaló que se mantendrían varias restricciones a la circulación en la ciudad para prevenir la reaparición de infecciones.
“Muchas personas piensan que a partir de este 8 de abril podrán relajarse un poco. Pero en la práctica, necesitaremos una mayor vigilancia”, manifestó el domingo un alto funcionario de Wuhan. “No habrá relajación”, prometió.
El ayuntamiento permanece alerta y retiró a 70 barrios de viviendas la clasificación "sin epidemia" (denominación que permite a los habitantes salir de su vivienda). El municipio justificó esta decisión tras descubrir personas asintomáticas en estos complejos residenciales.
Wuhan reportó 34 casos nuevos el lunes. “Este descubrimiento demuestra que los controles son reforzados”, declaró la médica Xiao. “El fin del confinamiento no significa que todo se reabrirá por completo. Siempre habrá que inscribirse al entrar o salir de un lugar”, destacó.
Dudas en cifras
El descenso de los casos de contaminación y muerte en China en las últimas semanas está acompañado de dudas sobre la fiabilidad de las cifras oficiales publicadas por el gobierno.
Algunas familias han informado en la prensa china que no se contabilizaba a las personas que habían fallecido en sus hogares o que no habían sido sometidas a pruebas al comienzo del brote, cuando los hospitales estaban sobrecargados.
Por otra parte, si bien los nuevos casos de contaminación de origen local han caído a cero, China sigue enfrentándose a una ola de infecciones importadas.
El Ministerio de Sanidad anunció el martes 1.000 casos acumulados. El organismo también informó de 32 nuevos casos de contaminación, todos ellos de origen importado.
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Más allá de los aeropuertos, las autoridades también reforzarán sus controles en las fronteras terrestres, declaró el gobierno el lunes.
China informó de su primera muerte el 11 de enero. Desde entonces, casi 82.000 personas han sido infectadas en el país, de las cuales 3.331 han muerto, según las cifras oficiales.
Numerosos países ponen en duda esas cifras. Irán hizo una inusual crítica este martes.
"Tras la propagación del virus, fue evidente que (la realidad) no correspondía a lo que publicó China", indicó la agencia Irna, citando a Minou Mohraz, una responsable del ministerio de Sanidad iraní y miembro del Comité nacional de lucha contra el nuevo coronavirus.
“No se puede confiar en sus cifras”, añadió.