Bogotá. El gobierno de Colombia derogó las multas contra el consumo de pequeñas cantidades de droga, como parte de un cambio de enfoque en la lucha contra el narcotráfico en el principal país productor de cocaína del mundo.
Un decreto del ejecutivo divulgado este sábado por medios locales dejó sin vigencia las sanciones contra “el porte de sustancias estupefacientes o sicotrópicas” que sean de uso personal y no para la venta.
La medida no altera las penas de hasta 20 años de prisión para delitos de narcotráfico que contempla la ley colombiana, pero acaba con las multas equivalentes a unos cincuenta dólares que la policía impone a los consumidores.
“Si la Constitución permite la dosis personal, la actividad de la policía no se debe centrar en perseguir consumidores de estupefacientes sino en perseguir los grandes capos de la droga”, explicó en la red social X (antes Twitter) el presidente, Gustavo Petro.
“Es necesario (...) evitar la criminalización de personas consumidoras de drogas a través de medidas correctivas”, se lee en el decreto, fechado el 7 de diciembre.
El porte y uso de pequeñas cantidades de marihuana, cocaína y algunas drogas sintéticas ya había sido despenalizado por orden de la Corte Constitucional en 1994, pero las sanciones económicas fueron dejadas en firme por una decisión del gobierno del conservador Iván Duque en 2018.
Petro, quien también ha ordenado a la fuerza pública cesar los operativos contra pequeños cultivadores de hoja de coca, aboga por un cambio de enfoque en la lucha antidroga que Colombia libra con la asistencia económica de Estados Unidos, principal mercado de la cocaína sudamericana.
La oposición asegura que estas decisiones limitan la capacidad de las autoridades para combatir al narcotráfico, en un contexto de expansión de los cultivos ilícitos y crecimiento del consumo a nivel local.
“La guerra contra las drogas ha fracasado”
El año anterior frente a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el presidente colombiano afirmó que hubo un genocidio en su país y la región bajo la excusa de combatir al narcotráfico.
Petro, aseguró que la guerra contra las drogas fracasó, al tiempo que convocó a América Latina a unirse en ese propósito, así como en la lucha contra el cambio climático, durante su primera intervención en la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
“La guerra contra las drogas ha fracasado. Han aumentado los consumos mortales, de drogas suaves han pasado a las más duras, se ha producido un genocidio en mi continente y en mi país, han condenado a las cárceles a millones de personas”, señaló el primer presidente de izquierda de Colombia, principal país productor mundial de cocaína.
“Yo les demando desde aquí, desde mi Latinoamérica herida, acabar con la irracional guerra contra las drogas”, lanzó Gustavo Petro en su discurso, marcado por las duras apreciaciones de las políticas que precedieron a las suyas.
Colombia frecuentemente enfrenta la presión de Estados Unidos, su principal aliado en la lucha antidrogas, para reducir el área cultivada de hoja de coca, la materia prima de la cocaína, y disminuir la producción del alcaloide.
“Les invito a detener la guerra y a detener el desastre climático”, dijo Gustavo Petro, un economista de 62 años que intenta implementar un ambicioso programa social para combatir la pobreza y la desigualdad en Colombia.