Bogotá. Colombia endureció este jueves sus críticas contra el gobierno de Daniel Ortega al manifestar su “repulsión” por el trato que recibieron más de 300 opositores nicaragüenses que fueron despojados de su nacionalidad.
“La República de Colombia, liderada por su Jefe de Estado Gustavo Petro Urrego, repudió las medidas tomadas de manera arbitraria por el jefe de gobierno de la hermana y sufrida República de Nicaragua contra ciudadanos de su país”, dijo la Cancillería colombiana en un comunicado.
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El “único delito” de los opositores “fue defender la democracia, el derecho a la crítica y los derechos humanos universales”, agrega el texto.
Con esa manifestación, el gobierno de Petro subió el tono de sus críticas contra Ortega, otro exguerrillero al igual que el mandatario colombiano. La semana pasada había hecho pública su "preocupación" por el despojo de la nacionalidad nicaragüense a 316 disidentes, 222 de ellos presos políticos que fueron liberados y expulsados a Estados Unidos.
Colombia y Chile, ambos gobernados por la izquierda, son los países latinoamericanos que más duramente condenaron al régimen sandinista. El mandatario chileno, Gabriel Boric, calificó a Ortega de “dictador”.
Colombia siguió ese camino y señaló “los dictatoriales procederes” del mandatario, “quien hace traer a la memoria los peores momentos de la dictadura de Anastasio Somoza que el sandinismo logró superar”.
“El autoritarismo impuesto en la hermana república infringió normas ius cogens (imperativas del derecho). Aquellas de las cuales son imperantes, inderogables, absolutas, perentorias, inmutables en esencia”, añade el comunicado.
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El canciller colombiano, Álvaro Leyva, informó el miércoles que ofreció la nacionalidad al escritor y exvicepresidente Sergio Ramírez, emblema de los disidentes exiliados.
Este jueves amplió el ofrecimiento a quienes fueron “abusados por el poder intolerante de Nicaragua”.
La poeta y escritora Gioconda Belli, es parte de los 300 nicaragüenses a quienes el gobierno de Daniel Ortega quitó la nacionalidad, Belli dijo este jueves que aceptará la ciudadanía chilena que ofreció la administración de Gabriel Boric la semana anterior.
“Tengo muchísimos amigos y gente que quiero en Chile. Y por eso voy a tomar la nacionalidad chilena. Si hay otro país que siento con todo mi corazón como cercano es Chile”, dijo la autora de “La mujer habitada”, en un audio enviado a la radio Cooperativa.
Además, Chile, Argentina, México y España ofrecieron la nacionalidad a aquellos que quedaron apátridas por decisión de Ortega, quien se ha reelegido en diferentes ocasiones desde 2007 en medio de críticas de la comunidad internacional.
Otro izquierdista, el presidente brasileño Luiz Inácio ‘Lula’ Da Silva aún no se pronuncia al respecto. Ortega mantiene fuertes vínculos con Cuba y Venezuela.