Washington. Las primeras dosis de una vacuna contra el sida, con tecnología de ARN mensajero, se administraron a seres humanos, según anunciaron este jueves la empresa biotecnológica estadounidense Moderna y la Iniciativa Internacional para la Vacuna contra el Sida (IAVI).
El ensayo de fase uno se lleva a cabo en Estados Unidos, en 56 adultos sanos, sin VIH. A pesar de cuatro décadas de investigación, los científicos aún no desarrollaron una vacuna contra esta enfermedad, que mata a cientos de miles de personas cada año.
LEA MÁS: Complicaciones del VIH impiden conseguir vacuna a pesar de 40 años de intentos
Sin embargo, los recientes éxitos de la tecnología de ARN mensajero, que permitió el desarrollo de vacunas covid-19 en un tiempo récord, incluida la de Moderna, suscitó esperanzas. El objetivo de la vacuna que se está probando es estimular la producción de un determinado tipo de anticuerpos (bnAb), capaces de actuar contra las numerosas variantes circulantes del VIH, el virus que causa el sida.
La vacuna pretende educar a las células B, que forman parte del sistema inmunitario, para que produzcan estos anticuerpos. Para ello, el ensayo probará la inyección de un inmunógeno inicial, es decir, una sustancia capaz de provocar una respuesta inmunitaria, y un inmunógeno de refuerzo inyectado posteriormente. Se entregarán a través de la tecnología de ARN mensajero.
“La producción de bnAbs está ampliamente considerada como un objetivo de la vacunación contra el VIH, y este es un primer paso en ese proceso”, aseguró el comunicado. “Serán necesarios otros inmunógenos para guiar al sistema inmunitario por el camino correcto, pero esta combinación de un refuerzo y un potenciador podría ser el primer componente clave de un posible régimen de vacunas contra el VIH”, dijo David Diemert, científico jefe del ensayo en uno de los cuatro centros donde éste se realiza, la Universidad George Washington.
Los inmunógenos utilizados fueron desarrollados por la organización de investigación científica IAVI y el Instituto de Investigación Scripps, con el apoyo de la Fundación Bill y Melinda Gates, el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (NIAD) de Estados Unidos, y Moderna.
El año pasado, un primer ensayo, en el que no se utilizó el ARN mensajero, sino que probó el primer inmunógeno, demostró que se obtuvo la respuesta inmunitaria deseada en varias docenas de participantes. El siguiente paso fue colaborar con Moderna.
“Dada la rapidez con la que se pueden producir las vacunas de ARN mensajero, esta plataforma ofrece un enfoque más flexible y receptivo a la hora de probar y diseñar una vacuna”, relata el comunicado. “La búsqueda de una vacuna contra el VIH es larga y difícil, y contar con nuevas herramientas en términos de inmunógenos y plataforma podría resultar clave para avanzar rápidamente”, dijo Mark Feinberg, director de la IAVI.
LEA MÁS: El mundo ya tiene las armas para acabar con el VIH, pero falta acción y voluntad política