El mercado comercial ofrece gran variedad de estilos para las griferías del baño, que suelen ser el complemento ideal del diseño de este espacio.
"Hay que tener en cuenta que existen griferías para diferentes muebles: para el lavatorio, la ducha o la bañera. Cada una se instala de manera completamente diferente; se pueden colocar sobre una repisa, empotrarse en un mueble o instalarse directamente en la pared. Debemos estar seguros de cuál grifería estamos comprando, para luego no tener inconvenientes en su instalación", comentó Fiorella Allain, diseñadora de interiores.
La especialista recomendó hacer un estudio sobre el tipo de griferías que se va a utilizar. Este dependerá del uso que se le dé en el hogar y de las costumbres de los habitantes. Por ejemplo, existe un grifo para lavatorio que incorpora un temporizador con sensor o pulsador. Por medio de esta tecnología es posible ahorrar agua.
"Lo bueno de estos grifos es que muchos no tienen palancas y son excelentes para no pasar contaminación por contacto; además, el diseño se ve más sencillo y minimalista. Existen otros que cuentan con un control de la temperatura. Luego están los más comunes, que tienen perillas para su apertura", añadió Allain.
Al momento de instalarlos, la altura de los grifos es de suma importancia, ya que muchas veces resulta incómodo el tener que agacharse o elevarse para alcanzarlos. Si quedan muy altos, a menudo el agua rebota y deja regueros en el lavabo.
Atractiva decoración
"A pesar de su función práctica, los grifos son elementos muy llamativos y pueden potenciar una decoración si están bien elegidos; por el contrario, si la elección es inadecuada, pueden arruinarla", advierte Javi Pons, albañil que colabora en el blog Reformas y Cocinas.
Por su parte, Fiorella Allain destaca que estos elementos dependen mucho del estilo de la casa y del diseño del baño: contemporáneo, clásico o rústico. Asimismo, la diseñadora de interiores afirmó que la grifería suele escogerse en conjunto con el resto de los accesorios del baño, para que vayan en armonía.
"Siempre, el tono cromado, el acero o el níquel son los más solicitados, porque combinan muy bien con el resto del equipo y son fáciles de conseguir para repuestos. También existen grifos en tonos bronces, pero es más difícil combinarlos con el resto del mobiliario del baño y las tuberías, que por lo general son cromadas", indicó Allain.
A manera de conclusión, la decoradora destacó que para el baño se debe pensar en otros elementos, como portajabones, portarrollos, colgadores para toallas, portacepillos y un colgador para el paño de manos. Es recomendable que la grifería de la ducha cuente también con alguna baranda de seguridad.