Una cava es un lugar especial para el almacenamiento del vino, y tener una en casa es algo posible para todos. Según José Rafael Arango, sommelier de origen colombiano, las claves son oscuridad y cero humedad y vibraciones.
"Más que dinero, para armar una buena cava se necesita información. Hay que seguir las recomendaciones de los expertos y leer la crítica especializada para saber qué comprar, cuánto tiempo lo puede guardar y cuál va a ser el mejor momento de consumo", indica el experto.
A veces la sola palabra "cava" asusta; sin embargo, no es más que un espacio físico adecuado con las condiciones necesarias para conservar la bebida. "Es como la despensa; esta existe con o sin la presencia de la comida", mencionó Arango. Para él, el primer paso es la selección del lugar donde se ubicará. Este debe tener algunas características especiales, que pueden buscarse en forma natural o pueden crearse con ayuda de la tecnología.
Al respecto, el sommelier costarricense Jeffrey Zamora explica: "El sitio debe ser oscuro y sin grandes cambios de temperatura para que el producto repose y evolucione de manera controlada. Lo aconsejable es que la humedad se encuentre entre un 70 y 80 % pues, si hay un exceso, el corcho puede pudrirse; por el contrario, si el sitio es seco, se puede desboronar".
También es recomendable que observe la etiqueta de las botellas y, si empiezan a surgir alteraciones, como leves burbujas, es tiempo de buscar un deshumidificador. Esto sucede en zonas altas y montañosas.
En zonas calientes (por ejemplo, en los cantones de Escazú y Santa Ana) podría ser necesario acudir a métodos artificiales, como sistemas de refrigeración o aires acondicionados instalados por profesionales. Estos equipos impiden la subida de la temperatura y, en consecuencia, la precoz evolución del vino.
Algunas ideas
¿Dónde? Puede montar su cava en un sótano, un pasillo o un clóset...: ¡en cualquier sitio que sea fresco! Los expertos recomiendan cubrir las paredes con forros de aislamiento, integrar una barrera contra la humedad y, además, ponerle a la puerta un sellado hermético para que, cuando esté cerrada, no entre aire del exterior.
Acerca de los estantes. Dependen del presupuesto que cada quien tenga. Pueden ser desde unas prácticas repisas hechas en madera hasta muebles especiales. Lo importante es que sean amplios para acoger diversos tamaños de botella (ya sea en cajas o sin ellas) y que puedan almacenarlas de forma horizontal, para evitar que el corcho se seque y el contenido se oxide.
Para el sommelier chileno Marcelo Pino, una buena idea es empezar por las cavas portátiles, que tienen capacidad desde 30 botellas hasta más de 160.
¿A qué temperatura? Lo ideal son los 14 ºC y que se mantenga en torno a los 18 ºC como máximo.
Nunca ubique la cava en la cocina, pues es un lugar muy caliente y esto puede hacer que el líquido se evapore.