Han pasado 30 días desde que las autoridades colombianas informaron sobre un trágico accidente en la selva colombiana en la que una avioneta se estrelló. De ese percance solo se tiene claro que tres adultos murieron y que cuatro niños indígenas desaparecieron.
Los niños extraviados tienen edades de 13, nueve, cuatro y un año. Aunque continúan en el bosque lluvioso amazónico, las autoridades creen que podrían estar con vida.
LEA MÁS: ‘Están vivos’: niños que cayeron a selva colombiana en una avioneta dejan rastros, dicen rescatistas
Ante esta situación, surge la pregunta de ¿cómo están logrando estos niños sobrevivir?
Una de las teorías optimistas, analizada por expertos, es que la niña mayor tiene conocimientos y sus hermanos tienen conocimiento de la geografía de la selva porque son de origen indígena, lo que les brinda familiaridad con el entorno y conocimiento sobre los alimentos disponibles en esta región fronteriza con el Amazonas brasileña.
“Es importante tener en cuenta que ellos son indígenas, por lo tanto, incluso siendo niños, tienen ese conocimiento adicional. Vienen de orígenes muy cercanos a la naturaleza y, por ende, conocen los recursos disponibles, como las plantas jóvenes, las hojas comestibles y las palmas (palmito) que son comestibles”, explica Nicolás Castaño, investigador del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas (SINCHI).
Por otro lado, el acceso a alimentos y agua podría ser una luz de esperanza, según las autoridades colombianas, ya que se estima que los niños sobreviven comiendo frutas disponibles en la selva. Sin embargo, la hidratación es fundamental para un ser humano.
Según Juan Pablo González, médico pediatra de la Universidad CES en Colombia, en general, los niños necesitan al menos medio litro de agua para la niña más pequeña y para la niña mayor, entre medio litro y un litro de agua. “Ellas tienen acceso al agua en esta selva. Incluso hay un río caudaloso cerca del lugar del accidente, por lo que no creo que el acceso al agua sea un problema”, comenta el médico en entrevista con La Nación.
Este es otro aspecto positivo, ya que la selva colombiana cuenta con varias fuentes de agua en movimiento, siempre y cuando se mantengan en movimiento para dar con ellas o encuentren una fuente natural y se mantengan cerca de ese punto.
Sin embargo, los niños también deben asumir numerosos retos.
Dificultades en medio de la selva virgen
La principal preocupación de las autoridades y expertos es el estado físico de los niños, ya que se desconoce si sufrieron algún tipo de lesión durante el accidente y las posibles consecuencias físicas y mentales después de un mes en la selva.
LEA MÁS: ‘Es muy inteligente’: abuelo de niños perdidos en selva colombiana confía en su nieta
“Es probable que tengan cierto grado de desnutrición, pérdida de masa muscular, deficiencias de vitaminas y minerales, pero los niños tienen una gran capacidad de resistencia y adaptación, lo que les permite sobrevivir durante semanas. Sin embargo, también enfrentan un gran estrés emocional, ya que quedaron vivos mientras su madre y el piloto fallecieron, y tuvieron que descender y caminar en la selva”, explicó González.
El pediatra menciona que los niños pueden experimentar estrés debido a la toma de decisiones y la convivencia entre ellos en medio de la selva.
“Situación extrema”
Durante la noche, es probable que los menores improvisen refugios con los elementos disponibles en el lugar, lo que los expone a los animales que habitan en la selva.
“Hay muchas plagas de mosquitos, hormigas, avispas y otros animales que pueden causar molestias en la selva. Además, existen animales más grandes como pumas, jaguares, tigres y serpientes venenosas, lo que complica aún más la situación”, mencionó Castaño.
Además, se enfrentan a terrenos inestables, ya que la selva amazónica no es plana y pueden encontrar quebradas y árboles caídos en su camino.
Por otro lado, el lugar donde los niños desaparecieron se encuentra en medio de la selva, lo que dificulta su búsqueda, ya que podrían caminar durante un mes sin encontrarse con nadie, el poblado más cercano está a 50 kilómetros del lugar donde se estrelló la avioneta, y lo más difícil es poder orientarse dentro del bosque.
Sin embargo, en su camino podrían llegar a la orilla de un río y quedarse allí para ser encontrados.
Las autoridades y voluntarios continúan con la búsqueda, con la esperanza de encontrar a los niños con vida.
“Se les habla en nombre de la Fuerza Aérea Colombiana, si hay sobrevivientes, vuelvan al lugar donde dejaron el biberón rosado y golpeen los palos por la mañana, tarde y noche para que podamos reconocer su posición. No están solos y seguimos buscándolos”, es el mensaje que se transmite desde los helicópteros y los megáfonos que utilizan los diferentes equipos de búsqueda.