Ottawa. El consumo y cultivo de marihuana serán legales en Canadá a partir del 17 de octubre, anunció este miércoles el primer ministro Justin Trudeau ante la Cámara de los Comunes en Ottawa.
Las dos cámaras del Parlamento aprobaron esta semana el proyecto de ley del gobierno liberal, con lo que Canadá se convertirá en el primer país del G7 en autorizar el uso recreativo de esta droga y el segundo del mundo después de Uruguay.
"Nos comprometemos a mejorar nuestro sistema para proteger mejor a nuestros jóvenes y cortarle recursos al crimen organizado", dijo Trudeau ante la Cámara de los Comunes.
La ministra de Sanidad, Ginette Petitpas Taylor, celebró el anuncio: "Me complace que la ley del cannabis haya sido aprobada por el Parlamento; este proyecto de ley pone fin a la prohibición y da paso a una política responsable y justa", escribió en Twitter.
El cannabis estaba prohibido desde 1923 en Canadá, que ya había autorizado su uso con fines terapéuticos en 2001.
De acuerdo con la nueva ley, los adultos que tienen al menos 18 años –19 años en algunas provincias y territorios–, podrán legalmente comprar, cultivar y consumir una cantidad limitada de marihuana.
Cada hogar canadiense podrá cultivar hasta cuatro plantas y una persona puede portar hasta 30 gramos de marihuana legal en lugares públicos, dijo el gobierno.
Será potestad de las provincias organizar la venta de cannabis en tiendas autorizadas, en algunos casos en la forma actual de las tiendas de venta de alcohol controladas por el gobierno.
Precisamente Trudeau justificó el retraso para implementar la ley destacando que las provincias pidieron tiempo adicional para organizar la venta en las tiendas autorizadas.
Hasta el 17 de octubre, seguirá siendo ilegal en Canadá salvo que sea autorizado para fines médicos o científicos, según un comunicado del gobierno.
El ministro de Seguridad Pública, Ralph Goodale advirtió que conducir bajo la influencia de la marihuana u otras drogas, así como introducir cannabis a Canadá o extraerlo, continuará siendo ilegal.
"No conduzcan intoxicados", dijo.
El primer ministro Justin Trudeau, que había admitido en 2013 haber fumado "cinco o seis veces" un porro (puro) con sus amigos, justifica la legalización en los méritos de que sacaría a los traficantes del mercado y protegería a los jóvenes.
En una entrevista con AFP en mayo predijo que después de Canadá otros grandes países seguirán los mismos pasos.
Algunos países occidentales "reconocen que Canadá está siendo audaz (...) y reconocen la honestidad" del país, que admite que el actual sistema represivo "no funciona para evitar que nuestros jóvenes tengan un acceso fácil a la marihuana", declaró Trudeau a la AFP en mayo.
Justo antes del anuncio, el principal productor de cannabis del país reportó un aumento en el precio de sus acciones.
El gobierno obtendrá recursos de un mercado estimado en 5.700 millones de dólares canadienses ($4.500 millones), según cifras oficiales basadas en el consumo del año pasado.
Por cada gramo de cannabis vendido en 10 dólares canadienses o menos, un dólar canadiense de impuesto será repartido entre el gobierno federal y las provincias, y otros impuestos federales y regionales también pesarán.
El ministro canadiense de Finanzas, Bill Morneau, estimó que la recaudación de impuestos por el cannabis podría llegar a 400 millones de dólares canadienses (unos $300 millones), con el objetivo de mantener bajos los precios para acabar con el mercado negro de la droga.