“La medida de uso obligatorio de mascarilla ha sido levantado en todas las áreas excepto las zonas fronterizas y las ciudades y condados fronterizos, dado que todo el país se ha convertido en una zona libre de epidemia”, indicó la agencia de prensa oficial KCNA.
El aislado país comunista proclamó esta semana su “victoria” sobre su primer brote de covid–19 surgido, según sus autoridades, por culpa de los envíos en globo de propaganda y panfletos desde Corea del Sur. El distanciamiento social y otras medidas sanitarias también han sido retiradas excepto en las zonas fronterizas.
Aún así, las autoridades recomiendan el uso de mascarilla a las personas con síntomas de enfermedades respiratorias y urgen a la población a “mantenerse vigilante” ante “cosas anormales”, en una aparente referencia a los envíos de propaganda desde la frontera sur.
La poderosa hermana de Kim Jong Un, Kim Yo Jong, advirtió este semana de represalias contra Seúl por supuestamente haber llevado el virus a su territorio. También reveló que su hermano había contraído el coronavirus.
Desde finales de abril, Corea del Norte detectó 4,8 millones de casos de “fiebre”, la denominación usada para los presuntos contagios debido a la escasez de medios de diagnóstico del país.
En cambio, en el balance oficial solo reconocen 74 decesos, lo que supone una cifra de mortalidad mucho más baja que, por ejemplo, Corea del Sur, que dispone de un sistema sanitario mucho más avanzado y una población ampliamente vacunada.