Nicaragua aprueba uso de vacunas cubanas Abdala y Soberana 02
Hasta mediados de setiembre, Nicaragua, con 6,5 millones de habitantes, había vacunado un poco más del 4% de la población mayor de 45 años y enfermos crónicos
Managua. Nicaragua, que vive una fuerte ola de contagios de coronavirus, aprobó este sábado el uso de emergencia de las vacunas contra la covid–19 Abdala y Soberana 02, desarrolladas por Cuba, anunció la estatal BioCubaFarma. “Otorga Autoridad de Regulación Sanitaria del Ministerio de Salud de Nicaragua (Minsa) la Certificación de Uso de Emergencia a las vacunas cubanas #Soberana y #Abdala”, señaló en Twitter el grupo estatal de instituciones científicas.
Además de Nicaragua y fuera de Cuba, la vacuna Abdala ha sido aprobada por Vietnam, cuyo gobierno ya autorizó la compra de 10 millones de dosis. La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, confirmó la llegada al país de las vacunas cubanas Soberana y Abdala durante su alocución en medios oficiales. Estas dosis se administrarán a menores de entre 2 y 17 años. “Estamos hablando de un universo de 2,1 millones de niños y adolescentes que van a vacunarse a partir del 20 de octubre”, dijo Murillo
El país centroamericano es el segundo en el mundo que da luz verde al uso de Soberana 02, después de Irán, que también la produce. Esta vacuna se administra de conjunto con otro inmunógeno local, Soberana Plus.
Las vacunas cubanas se basan en una proteína recombinante, la misma técnica con la que trabaja la estadounidense Novavax y la francesa Sanofi y tienen una eficacia superior al 90% para prevenir la enfermedad con síntomas, según científicos cubanos. Cuba inició en setiembre contactos con la Organización Mundial de la Salud (OMS) para obtener el reconocimiento de sus vacunas anticovid, un proceso que, según BioCubaFarma, “facilitará” su comercio en el extranjero.
Argentina y México también manifestaron interés en adquirir dosis de las vacunas cubanas, con las que Cuba había logrado inmunizar hasta el viernes al 46% de sus 11,2 millones de habitantes. Bajo embargo de Estados Unidos desde 1962, Cuba comenzó a desarrollar sus propias vacunas en los años 80, descubriendo la primera contra la meningitis B. En la actualidad casi el 80% de las vacunas que incluye en su programa de inmunización son fabricadas en la isla.
Hasta mediados de setiembre, Nicaragua, con 6,5 millones de habitantes, había vacunado un poco más del 4% de la población mayor de 45 años y enfermos crónicos, con las vacunas AstraZeneca, Covishield y en un inicio también con la rusa Sputnik V. Sus autoridades sanitarias se proponen haber vacunado en octubre con la primera dosis al menos el 32% de los mayores de 30 años.
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